Sevilla: Pablo Aguado corta cuatro orejas y sale por la Puerta del Príncipe

10 de mayo de 2019 | Toros | patiodecuadrillas.com

Gran tarde en la que Morante y Roca Rey también tocaron pelo

De histórica se puede calificar la tarde vivida hoy en la Maestranza sevillana. Pocas veces se asiste a un triunfo tan rotundo como el logrado por Pablo Aguado, que cortó cuatro orejas y abrió de par en par la Puerta del Príncipe. Si a esto se une que la corrida de Jandilla dio buen juego y que tanto Morante de la Puebla como Roca Rey cortaron una oreja, se llegará a la conclusión de que el calificativo no es exagerado. 

Se lidiaron toros de Jandilla, bien presentados y de buen juego en conjunto. Sobresalió el excelente tercero.

Morante de la Puebla, silencio tras aviso y oreja tras aviso.
Roca Rey, oreja y ovación.
Pablo Aguado, dos orejas y dos orejas. 

Saludaron en banderillas la cuadrilla completa de Roca Rey en el segundo de la tarde: Viruta y Paquito Algaba en banderillas y Juan José Domínguez por la brega. En el sexto saludaron con los palos Iván García y Azuquita.

Morante de la Puebla toreó con soltura a la verónica al primero de la tarde, rematando con buena media. Con la muleta lo sacó a los medios pero el toro tenía corto viaje y no se empleaba, por lo que pronto se vio que no era materia prima apta. A pesar de ello Morante lo intentó y sacó alguna serie con la derecha esforzándose por extraer todo el partido a su oponente. Mal con los aceros, escuchó un aviso.

Morante brilló en el quite a la verónica a su segundo toro, volviendo a sacar a relucir su calidad con este engaño. Brindó al público y sorprendentemente comenzó la faena con las dos rodillas en tierra para después seguir con doblones estéticos. Con la derecha dejó muletazos marca de la casa. Al natural se aplomó más el toro y no pudo lucir. Se empleó el de La Puebla hasta el final y mató de estocada. Fue premiado con una oreja.

Roca Rey se la jugó en el segundo de la tarde al irse a portagayola y ligar hasta seis largas cambiadas y faroles de rodillas. La plaza se puso de pie en la ovación y hasta sonó la música. El toro fue muy medido en el caballo. Pablo Aguado hizo un quite por chicuelinas que fue muy aplaudido. Y Roca Rey respondió toreando también por chicuelinas. El torero peruano brindó a Rafa Serna y comenzó la faena de rodillas templando mucho y también en la primera serie con la derecha. En la siguiente el toro lo volteó de fea manera pero el torero no sufrió daños y volvió a la cara con la misma determinación. El toro a esas alturas ya estaba rajado de modo que Roca apuró las últimas embestidas. Mató de estocada y cortó una oreja.

Roca Rey se empleó con el capote en el quinto y dejó al toro crudo en el caballo. Comenzó la faena con pases cambiados por la espalda y buenas series con la derecha. Por el izquierdo el toro protestó más pero él logró meterlo en la muleta. Volvió a la derecha para dar una serie buena bajando mucho la mano y remató bien una faena entonada. Mató de pinchazo y estocada y fue ovacionado.

Pablo Aguado dejó algunos lances destacables en el recibo al tercero. Firmó un comienzo de faena con torería y sevillanía. Siguió una serie diestra de gran naturalidad y temple. Sonó la música. Pablo puso a la gente de pie con la siguiente serie, plena de temple y calidad. También al natural templó y mantuvo el tono en muletas largos en trazo y duración. Cerró con la misma belleza que empezó una faena de altos vuelos y se fue detrás de la espada. Las dos orejas fueron rotundas.

Al sexto lo toreó al ralentí a la verónica, rematando con dos excelentes medias. En el quite bordó de nuevo la verónica, sonando incluso la música por la belleza del momento y el tempo que supo imprimir a su toreo. Morante hizo el 'galleo del bú' en su turno de quites y Pablo le replicó muy bien por chicuelinas. Brindó al público y comenzó templado con la derecha en dos series. Al natural el toro empezó a apagarse pero aun así el torero le sacó tres naturales enormes. Apuró por la derecha y se fue a por la espada dando la justa medida a la faena. Faltaba un sevillano epílogo con toreo de frente al natural como cierre de faena. Mató de nuevo de estocada y fue premiado con las dos orejas.