La encrucijada de la defensa

31 de octubre de 2016 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

El Córdoba afronta la dura tarea de sustituir al lesionado Deivid. Desde que el jugador dejó de jugar, el equipo sólo fue capaz de mantener la portería a cero ante el colista

El domingo se confirmaron –mucho antes del encuentro, pero fue anunciado tras el 1-1 ante el Valladolid- los peores pronósticos. Deivid tendrá que pasar por el quirófano en Santander por una rotura de cadera y su recuperación no será menor a los cinco o seis meses.

Desde que el canario dejara de jugar –su último choque fue en Alcorcón el 20 de septiembre- el Córdoba ha ganado un choque en Liga, el único en el que dejó su portería a cero, ante el colista Nàstic. Por eso, desde el club y la dirección deportiva se plantea ahora una seria disyuntiva: seguir confiando en lo que ya se tiene o dar de baja la ficha del central mientras esté lesionado y firmar a un sustituto.

Si opta por lo primero, las variantes son tres: por un lado, Oltra puede darle continuidad a la actual zaga (confiando en la recuperación de Cisma, que se volvió a lesionar el viernes pasado) con Rodas y Bijimine de central; por otro, podría colocar a Caro en el centro de la zaga y devolverle a Antoñito la titularidad en el lateral diestro; la tercera vía pasaría por darle una oportunidad definitiva a Pablo Vázquez para que acompañara al –parece- indiscutible Bijimine. Esta opción sería valiente, porque entre ambos jugadores apenas suman 44 años.

Variantes y quebraderos de cabeza para Emilio Vega, Oltra y –en primera o última instancia- para una directiva que debe volver a considerar si tirar de talonario es la alternativa para dar el salto o bien basta con remendar lo que hay.