Demasiados jugadores para una aventura breve y traumática

27 de mayo de 2015 | | José Manuel Serrano

El Córdoba llegó a utilizar nada más y nada menos que 35 futbolistas en Primera División. Algunos fichajes de verano se marcharon en invierno y al final debutaron tres jóvenes del filial.

Hay entrenadores que indican al empezar una temporada sus preferencias por tener una plantilla corta en la que todos los hombres puedan tener su oportunidad y sentirse importantes. Que unos jugadores se vean recompensados con minutos de juego en diversas competiciones favorece el ambiente dentro del vestuario y deja a un lado los famosos y temidos egos. Sin embargo, el desarrollo de un año en un deporte como el fútbol da demasiadas vueltas y por muchísimos factores puede ocurrir el caso que se ha vivido en el Córdoba: 35 futbolistas han vestido la blanquiverde.

 

Pocos miembros de los que subieron a la máxima categoría


El ascenso a Primera División trajo consigo una alegría inmensa en la ciudad califal y la ilusión por construir un proyecto lo suficientemente bueno como para poder luchar por la salvación. Después de las fiestas propias de la histórica cita, los dirigentes cordobesistas se pusieron manos a la obra para confeccionar un bloque de garantías, pero para ello había que evaluar quién podría valer de los que estuvieron en Segunda División. Juan Carlos, Gunino (continuó su cesión), Abel Gómez, Luso, Campabadal, Pinillos, Xisco Jiménez, López Silva, Mikel Saizar, López Garai, Iago Bouzón y Carlos Caballero fueron los elegidos para conservar algo de la esencia de los que allá por junio de 2014 consiguieron la proeza en Las Palmas. No todos acabarían la temporada y Xisco, Garai y Caballero acabaron marchándose en invierno.

 

Cesiones como una base que no dio fruto


En cuanto a los fichajes que se hicieron en verano podemos encontrar los casos de Pantic, Crespo, Fede Cartabia, Borja García, Nabil Ghilas, Fidel Chaves, Fausto Rossi, Deivid, Florin Andone (en principio para el filial), Fede Vico, Íñigo López, Patrick Ekeng, José Carlos, Mike Havenaar y Ryder Matos. La mayoría arribaron a tierras cordobesas en calidad de cedidos y quedó reflejado en poco tiempo que es un hándicap muy considerable. Falta de compromiso, problemas extradeportivos o rendimiento por debajo de lo esperado en aquellos que tuvieron una vitola de estrella que no les correspondía se apuntan como claves de la debacle en la tabla. Havenaar y Matos también abandonaron el club en enero y José Carlos volvió a recaer de su grave lesión.

 

El mercado de invierno no funcionó y al final debutaron tres jóvenes


Tras el parón navideño fueron confirmándose las altas de Edimar, Bebé, Krhin, Zuculini y Héldon Ramos. Al principio funcionó y el Córdoba estuvo alejando de las posiciones de descenso unas semanas. Sin embargo, todo cambió a raíz del duelo en casa ante el Real Madrid. La remontada de los merengues supuso el punto y final de la campaña (y eso que la segunda vuelta acababa de empezar). Dos puntos de cincuenta y siete posibles convirtieron al conjunto andaluz en el peor de la Liga y los aficionados no disfrutaron de ningún triunfo en el Nuevo Arcángel (salvo frente al Granada a final de la primera vuelta).


Con el equipo ya descendido, José Antonio Romero apostó por Fran Serrano, Bijimine y Sergio García en los partidos contra el Rayo Vallecano y el Éibar. Los jóvenes debutaron en Primera en el único aspecto positivo que dejaron las últimas jornadas. Así pues, 35 nombres de los que muy pocos se ganaron a una grada que acabó molesta y defraudada. Razones no faltaron.