Actuación destacada del plantel de Romero pese a la nueva derrota
25 de abril de 2015 | | José Manuel Serrano
El Córdoba no jugó mal frente al Athletic Club y luchó hasta el final para conseguir los puntos. La falta de gol y un nuevo golpe de mala suerte hicieron que se perdiera de nuevo.
El encuentro fue de menos a más. Las oportunidades brillaron por su ausencia hasta que los de Romero se animaron y probaron fortuna con tiros lejanos. En un saque de esquina llegaría el primer susto para Iraizoz cuando Bebé estrelló el balón en el larguro. El luso casi conseguía un gol olímpico que hubiera cambiado completamente el guion del choque. A renglón seguido, ni Florin ni Crespo fueron capaces de alojar la pelota en la portería. Los bilbaínos reaccionaron antes del descanso y obligaron a que Juan Carlos se luciera con dos soberanas paradas, a cada cual mejor. La que le hizo a Aduriz puede convertirse en una de las mejores del campeonato liguero. Las tablas se firmaron al descanso y el público supo reconocer el trabajo de los suyos.
Pero lo cortés no quita lo valiente. Durante varios instantes se escucharon cánticos contra los jugadores y la directiva desde los sectores de animación que se fueron disipando para terminar por aplaudir las acometidas del plantel tras el tanto de Beñat. Romero declaró que habían sido “los mejores 20 minutos del campeonato” del Córdoba y no le faltaba razón. Un conjunto aguerrido que no daba un balón por perdido y que tuvo su mayor exponente en José Ángel Crespo. El hispalense fue uno de los protagonistas desde el inicio por entrar en el once titular en la posición de lateral derecho por Gunino. Pantic y Deivid fueron los centrales y Edimar estuvo en la izquierda. Un gran pase del andaluz no lo aprovechó Fidel justo antes del gol de los rojiblancos para poner en ventaja al Córdoba. La falta de pegada y la eterna asignatura pendiente.
Mientras tanto, por delante todos intentaron hacer la guerra por su cuenta. Florin estuvo más voluntarioso que otra cosa y marró varias ocasiones de peligro. Fede Cartabia no lograba zafarse de los marcajes de los rivales y erró en demasía a la hora de conectar con sus compañeros. Fidel, como dijimos con anterioridad, gozó de la mejor oportunidad para que los andaluces dieran una alegría a su público. Pero el que siempre destaca por su inquebrantable fe en sus condiciones físicas (aunque en pocas ocasiones consiga algo productivo) fue Bebé. El luso desapareció poco a poco hasta no dejar ni rastro y es una auténtica lástima porque cualidades tiene como el que más.
Sin tiempo para casi descansar espera entre semana el Levante en el Ciutat de Valencia. Lucas Alcaraz puede darle la puntilla al que fuera su equipo en el pasado. Las cuentas se van acabando y el descenso, acercando.