Decepción e impotencia

1 de febrero de 2015 | | José Manuel Serrano

La derrota de anoche supuso dar un paso atrás a lo visto en las últimas jornadas. Faltó intensidad y juego en un equipo que acabó desesperado por el error de Teixeira Vitienes.

El Córdoba mostró anoche una de sus peores caras en lo que llevamos de campeonato. Después de la actitud y el juego desarrollado frente al Real Madrid se había disparado la confianza y lo cierto es que el Celta de Vigo fue muy superior a los blanquiverdes a lo largo del encuentro. Nolito, Larrivey, Orellana, Santi Mina y Krohn-Dehli dieron muestras de que el conjunto vigués puede salir de la situación tan penosa que arrastraban desde su triunfo en el Camp Nou.


La clave en el inicio estuvo en la intensidad. Gunino y Edimar sufrieron en demasía las acometidas de Orellana y Mina. En los primeros quince minutos ya quedó claro que el protagonista del equipo califal iba a ser Juan Carlos. El meta salvó a los suyos de un resultado muy amplio con paradas de mucho mérito. La necesidad por puntuar acechó más a los de Balaídos que a los visitantes y el socorrido “cuchillo entre los dientes” no apareció hasta el tramo final.


Djukic apostó de salida por contar entre los titulares con el recién llegado Héldon Ramos. El caboverdiano gozó de una gran oportunidad con un remate de espuela que acertó a despejar Sergio. Su actuación fue de más a menos y antes de llegar al descanso resultó amonestado. El técnico cordobesista prefirió en la reanudación dar entrada a Abel Gómez precisamente por Ramos para intentar recuperar un centro del campo que en ningún instante se tuvo dominado. Y en esas llegó el golazo de Nolito. Pase de un lado al otro del campo que recibe el gaditano y la pone con rosca en el único lugar donde el portero del Córdoba no podía llegar.


Como apuntábamos con anterioridad, la escuadra califal no apareció por el área de Sergio hasta los últimos minutos. Una acción a balón parado fue cabeceada por Ghilas hacia Florin Andone. El rumano chutó y estuvo cerca de firmar las tablas, pero el cancerbero celeste logró despejar después de que la pelota golpease en Larrivey. Y de ahí pasamos al total y vergonzoso protagonismo de Teixeira Vitienes y su asistente.


¿Qué ocurrió? Balón por el que pugnan Rossi y Planas y el italiano consigue anticiparse al defensa. El jugador del Celta arrolló a Fausto y se “armó”. Es cierto que el linier desde el primer momento mantiene el banderín señalando falta del futbolista transalpino. Pero el árbitro cántabro tenía sus dudas y concedió la pena máxima. Más de cuatro minutos después se desdijo y empezó la lluvia de amarillas para los blanquiverdes.


Las redes sociales se convirtieron en un auténtico hervidero condenando la actuación del mayor de los Teixeira. En un muy mal partido estuvo el Córdoba cerca de pescar un punto en territorio gallego. Ahora las miras están puestas en el próximo domingo. Derbi andaluz ante el Almería en el que los tres puntos se deben quedar sí o sí en casa.