Los hombres de una pasión

25 de enero de 2015 | | José Manuel Serrano

Djukic parece haber encontrado un once que combina esfuerzo, trabajo, calidad y velocidad. Ayer Córdoba fue una auténtica fiesta después de la actuación de los suyos. Motivos para sonreír.

Seguro que aún los aficionados blanquiverdes tienen cierta “rabia” por lo sucedido ayer en el Nuevo Arcángel. El Córdoba jugaba contra el Real Madrid después de cuarenta y tres años en la ciudad de la Mezquita y el ambiente durante la semana dejó a las claras que se estaba ante algo grande. La superioridad de los de Ancelotti quedó completamente anulada una vez que Hernández Hernández señaló el inicio del choque. Los jugadores cordobesistas salieron desde el primer instante muy enchufados y gracias a ese ideal de “trabajo y presión” propia de Djukic se adelantaron en el marcador. Penalti por mano de Sergio Ramos tras tiro de Bebé, Ghilas coge la pelota y no le tembló el pulso para colocar la pelota en la escuadra de Iker Casillas.


El conjunto blanco no lograba enlazar jugadas y el público disfrutaba con el pundonor de los suyos. Pero Karim Benzema batió a Juan Carlos en un error a balón parado de la zaga y el encuentro llegó a las tablas al descanso. Eso sí, la atronadora ovación de la parroquia local al Córdoba demostró que había más “cordobesistas que madridista” (un tema de debate que se prolongó bastante).


En el segundo acto más de lo mismo: los andaluces llegando y demostrando que van a más en esta campaña y el Real Madrid sin saber imponerse. La desesperación se hizo patente cuando Cristiano Ronaldo fue expulsado por la doble agresión a Edimar. Sin embargo, “la suerte de los campeones” aparece cuando menos lo merecen y así ocurrió justo antes de que acabase la contienda. Ahora las manos en el área fueron de Fede Cartabia y Bale transformó la pena máxima para darle al Madrid una victoria sufrida.


El Córdoba, desde hace ya varias semanas, ha cogido la medida a la categoría y Djukic tiene claro lo que desea ver en el campo. Por ejemplo, la alineación sale casi de “carrerilla”. Juan Carlos no tiene rival bajo palos. Campabadal, Pantic, Crespo y Edimar son los defensas en mejor forma. Ayer por sanción, el lateral derecho varió y Eduard dejó su lugar a Gunino (que estuvo bastante bien pese a las semanas de inactividad). Íñigo López e Iago Bouzón siguen de baja y Crespo ha sabido adaptarse correctamente a la posición de central. Y el recién llegado Edimar no ha salido del once desde su llegada.


El doble pivote está compuesto por Deivid y Rossi. El canario se ha convertido en un absoluto fijo y su rendimiento ha resultado clave para la mejoría del bloque. Fausto quiso hacerle ver a Djukic que podía ser vital tras la lesión de Luso y la marcha a la Copa de África de Patrick Ekeng. No se le puede poner ningún “pero” a la actuación del joven italiano. Arriba, absoluta dinamita: Ghilas, Bebé, Fede Cartabia y Florin Andone. El argelino está de vuelta y los problemas que sufrió ante el Granada quedaron en el pasado. Bebé se ha ganado al público en poco tiempo con su tiro potente y velocidad. Fede Cartabia aporta la calidad y clase necesaria para romper encuentros y Florin es la auténtica sensación de este 2015.


Ahora toca mirar al próximo enfrentamiento liguero frente al Celta en Balaídos. Si la versión de ayer se repite, el Córdoba tendrá mucho más que ganar que de perder. Hay motivos para confiar.