El miedo a ganar

Una jornada más (o una menos, como se quiera ver). Pero en lo que no podemos diferir es en la cruda realidad: el Córdoba sigue sin ganar en Primera División después de 12 partidos. ¿Es que nunca ha tenido el conjunto andaluz ocasiones para hacerse con los tres puntos? Por supuesto que sí, y la última fue ayer en el Martínez Valero. Fidel abrió el marcador tras un gran pase de Borja García. Juan Carlos había parado un penalti al principio del choque a Jonathas y parecía que la suerte estaba del bando blanquiverde. La sonrisa aumentaba cuando Fede Cartabia se sacó de la chistera una genialidad que, con ayuda nuevamente de Borja García, la alojó en las mallas de Tyton.

Sin embargo todo se vino abajo. Primero con otro penalti de Pinillos sobre Fajr que ejecutó a la perfección Lombán y más tarde con una buena volea de Jonathas. De acariciar el triunfo a ver cómo el Elche empataba la contienda. Lo peor es la terrible desazón que queda y el regusto amargo. Un punto que podría servir en el futuro, un resultado positivo a priori fuera de casa, cierto. Pero la forma y la sensación es lo que destrozó a los de Djukic (y a la parroquia cordobesista). Suma y sigue.

Getafe como punto de partida

¿Por qué? Pues porque no es la primera vez. Misma historia en el Alfonso Pérez ante el Getafe. Cuando quedaba un cuarto de hora para finalizar el encuentro, Patrick Ekeng apareció de la nada para marcar. Eso sí, no duraría la alegría puesto que los madrileños lograron batir a Juan Carlos (y gracias). Se pudo hasta perder con un balón que acabó en el palo. Incluso podríamos ir más allá con los choques frente a Almería, Espanyol o la Real Sociedad. Con un poco de la intensidad que se pide, el Córdoba hubiera sacado algo mejor.

El Dépor para terminar por desquiciar

El último recuerdo (hasta ayer) que teníamos se produjo hace dos semanas en el Nuevo Arcángel. El Córdoba recibía al Deportivo de la Coruña con la obligación de ganar. Las cosas no se pudieron poner mejor cuando se señaló una pena máxima de Hélder Postiga. Aunque claro, aquí volvió el destino para recordarle al equipo cordobés que nada iba a ser fácil. Cartabia lo falló. ¿Algo más? Por supuesto. El delantero luso del Dépor fue expulsado por doble amarilla en la primera mitad y no se pudo casi ni inquietar la meta de Fabricio con superioridad numérica.

El Córdoba tiene actualmente siete puntos. Es mejor no hacer “cuentas de la lechera” ni pensar en todo lo que se marchó (pero es inevitable). La rabia y la impotencia entre los aficionados blanquiverdes crece encuentro tras encuentro. Solo queda esperar a que por fin se logre el triunfo a la 13ª. Más nos vale.