1-1. Un mal menor

25 de octubre de 2014 | | José Manuel Serrano

El Córdoba logró un valioso empate en los últimos minutos del partido frente a la Real Sociedad. Se adelantaron los visitantes con el gol de Íñigo. Xisco firmaba las tablas. Debutó José Carlos.

Otra noche más de fútbol a las 22:00 horas por los caprichos de las televisiones. Así se repetía la historia de la semana pasada en el Nuevo Arcángel de Córdoba, aunque algunos de los protagonistas no estarían ya presentes en el césped del estadio ribereño y el resultado fuese algo mejor que en otras ocasiones. El claro ejemplo lo encontrábamos en el banquillo local. Albert Ferrer fue destituido después de la derrota del equipo ante el Málaga y Miroslav Djukic tomaba el control de la plantilla. En la mañana del sábado ofreció la lista de convocados y el nombre de José Carlos destacaba entre todos los demás.


Titulares y primeros minutos


A la hora de la verdad, Djukic apostó por un once de garantías y confiando en el bloque que venía jugando con el anterior míster. Juan Carlos sería titular con Pinillos, Íñigo López, Pantic y Campabadal en defensa (Gunino fuera hasta de los citados). Centro del campo para Luso y el regreso de Ekeng. Bandas para Fidel y Borja García. La mediapunta sería para el argentino Federico Cartabia y la referencia ofensiva iba a ser Ghilas (quien por fin vio portería la jornada pasada). Por su parte Arrasate sabía que se la jugaba en este encuentro. Una derrota supondría casi al 100% su adiós del cuadro txuri-urdin. Salía con Zubikarai, Zadua, Íñigo Martínez, Ansotegui y Yuri en la retaguardia. Por delante Rubén Pardo, Markel Bergara, Sergio Canales y Castro. Llevando el peligro a la meta de Juan Carlos estarían Vela y Finnbogason.

 

El Córdoba arrancó con la idea de no dejar jugar a la Real. De hecho se pudo ver un buen trabajo de presión en los puntos en los compases iniciales. Fede Cartabia casi aprovecha un error en la salida del balón donostiarra pero la pelota se le quedó entre las piernas. En el 5 de partido sería la Real quien inquietaría por primera vez la portería. Tiro con rosca desde fuera del área de Carlos Vela que se marcha por alto.


Fede Cartabia se entonaba entre regate y regate


Y es que el 10 blanquiverde parecía tener esa chispa que en partidos anteriores le faltaba. Cada vez que cogía el esférico por banda intentaba marcharse con su indudable calidad técnica. Antes de llegar a los primeros quince minutos, Patrick Ekeng probó también fortuna con un tiro lejano que acabó en saque de esquina. Precisamente en esa jugada a balón parado estuvo Pantic cerca de inaugurar el marcador con un soberbio cabezazo. Yuri acabó despejando bajo palos lo que podría haber sido el avance local en el marcador.


En lo que sí debía tener cuidado el Córdoba era con las cesiones atrás para Juan Carlos. Finnbogason estuvo a punto de complicarle la vida al guardameta cordobesista en una de esas intentonas visitantes. Lo más fácil para evitar ese tipo de situaciones es el socorrido “patadón arriba” para evitar males mayores.


Falta peligrosa desde la izquierda que acaba dentro


Sin hacer nada de ruido la colocó Sergio Canales con la zurda dentro del área en el 21. Un desajuste provocó que la pelota llegase sin oposición a los pies de Íñigo Martínez para poner en ventaja a la Real Sociedad. Nuevo golpe a la moral de un equipo que hasta ese momento no estaba sufriendo en demasía con los ataques rivales. Pero parece que es el sino del Córdoba en esta campaña. No hay forma de adelantarse en los encuentros y el remar constantemente lleva a saturar a los titulares.


Frío a raíz de esa acción en contra. Los focos de animación intentaban contagiar al resto del estadio, pero el palo fue muy acusado por una parroquia que sigue sufriendo en el ansiado regreso a Primera. Un pase de Fede (el más activo) hacia Ghilas acabó con el argelino por los suelos. El colegiado madrileño pidió al atacante que se levantara del suelo y siguiera jugando. Lo que el equipo necesitaba era empezar a controlar el balón e intentar enlazar jugadas de peligro. El tiempo pasaba y no sucedía ni lo uno ni lo otro.


Recta final hasta el descanso


Parecía más bien un auténtico martirio lo que vivían los jugadores sobre el césped del Nuevo Arcángel. No había ideas ni intensidad. El equipo estaba absolutamente plano y empezó la música de viento a sonar por los rincones del estadio. La impotencia de no dar con la tecla superaba a los nuestros. Fidel lo intentaba por la banda izquierda con centros buscando un rematador que nunca aparecía. Cartabia tenía que bajar hasta la zona de Campabadal para “rascar” algo de bola y levantar a algún que otro aficionado de su asiento. Eso sí, acción en la línea propia de defensa.


El descanso llegó para los blanquiverdes como una oportunidad para poder recuperar sensaciones y para que Djukic intentara recuperar un poco la dinámica con la que se había iniciado el choque. Si las cosas seguían igual tras el intermedio, la derrota iba a consumarse sin problemas.

 

La reanudación, con Xisco y Abel


No había otra opción si se analizaba el banquillo. El único hombre ofensivo que tenía el Córdoba esperando su oportunidad era el balear. Borja García se marchaba para dar paso un Xisco que salió motivado. Y esa motivación pareció contagiarla a sus compañeros. Ghilas arrancó en posición legal y su tiro fue detenido por Zubikarai en la mejor ocasión hasta ese instante el equipo blanquiverde. Poco, pero ya se había visto ofensivamente más en un rato del segundo acto que en toda la primera mitad.


Empezaba a refrescar en la noche cordobesa y también se dejó notar ese ambiente entre los 15.712 espectadores presentes. Una falta en la frontal volvió a poner de manifiesto que la Real era temible en ese aspecto del juego. Xabi Prieto y Canales se preparaban para un disparo que terminó golpeando en la barrera. Viendo el panorama y el nulo juego en el centro del campo, Djukic dio también salida a Abel en lugar de Ekeng.


Los minutos pasaban y la pelota no quería entrar


El Córdoba quería dominar con sus argumentos y la Real se sentía muy cómoda en el juego a la contra. Arrasate movía el banco metiendo a Zurutuza por “Chory” Castro. Pero el destino nos tenía preparado un curioso “dejavu” como la semana pasada, un cruel recuerdo. Pase de la muerte para que Xisco solo tenga que empujarla dentro y la pelota se pierde por la línea de fondo. El 9 cordobesista se echaba las manos a la cabeza y no le faltaba razón. Había perdonado una ocasión de las que nunca se pueden marrar. Jaboga tragaba saliva en el banquillo.


Por la otra banda llegaría una jugada similar. Ghilas se marcha con toda su potencia y su centro es despejado cuando Xisco aparecía solo de nuevo. En el saque de esquina se pedía manos de un central visitante y el público parecía animarse cada vez más. Esos últimos ataques cordobesistas motivaron los siguientes cambios del conjunto txuri-urdin. Rubén Pardo dejaba el once para que Granero fuese de la partida y Xabi Prieto también tendría minutos por Canales.


Debuta José Carlos con el Córdoba


Muy esperado el onubense y aplaudido en su ingreso al campo. El público tenía ganas de comprobar si el jugador que brilló en el Rayo Vallecano de Jémez podría cambiar la cara al equipo. El que sufrió precisamente un golpe en su rostro fue Ghilas. Por suerte pudo continuar sin ser atendido. El Córdoba causaba más peligro con dos delanteros que solo con una referencia ofensiva. Al menos por lo demostrado en la segunda mitad y por todo lo que íbamos comentando. Zubikarai tuvo que aparecer en determinados instantes que salvaron a su equipo de las tablas.


El ritmo iba poco a poco desapareciendo por completo ante la resignación del respetable. No había forma de crear y si se carece de ella es más que complicado el poder plantearse ganar un partido. Djukic asistía desde el banquillo al partido de los suyos y no paraba de salirse una y otra vez del área técnica. Daba la sensación que quería saltar a jugar. La demandada intensidad que repetía una y mil veces Ferrer tiempo atrás seguía sin aparecer. Sobrevivir en la categoría iba a ser una misión solo para valientes.


Y por fin apareció el gol de Xisco


De esas acciones en las que poco esperas. Balón que recoge Fede Cartabia por la izquierda. Progresa como buenamente puede el argentino. Su centro se convierte en un tiro certero que supera a Zubikarai y termina estrellándose en el palo. Ahí estaba Xisco para empujarla al fondo de las mallas y poner el empate en el Arcángel. Un punto que sabe a mucho teniendo en cuenta lo que parecía deparar la recta final.



FICHA TÉCNICA:

CÓRDOBA CF: Juan Carlos, Pinillos, Pantic, Íñigo López, Campabadal, Luso Delgado, Ekeng (Abel, 53’), Fidel (José Carlos, 71’), Borja García (Xisco, 46’), Fede Cartabia y Ghilas.
REAL SOCIEDAD: Zubikarai, Zaldua, Ansotegui, Íñigo Martínez, Yuri, Markel Bergara, “Chory” Castro (Zurutuza, 60’), Rubén Pardo (Granero, 68’), Sergio Canales (Xabi Prieto, 70’), Carlos Vela y Finnbogasson.
GOLES: 0-1, Íñigo Martinez. 1-1, Xisco.
ÁRBITRO: Carlos del Cerro Grande (comité madrileño) amonestó con tarjeta amarilla a los locales Daniel Pinillos, Ghilas, Campabadal y a los visitantes Vela, Granero.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 9ª jornada de la Liga BBVA disputado en el Nuevo Arcángel de Córdoba ante 15.712 espectadores. Debut de Miroslav Djukic como técnico blanquiverde.