0-1. Quiere creer

19 de abril de 2014 | | Nacho Serrano

El Córdoba enlaza su tercera victoria consecutiva gracias a un tanto de Xisco Jiménez en la primera mitad, por lo que presenta sus credenciales a pelear por el play off

Avisaba Raúl Bravo durante la semana que aquí todos quieren pelear por el ascenso. Pero que no valía hacerlo de cara a la galería, sino que había que mojarse. Fajarse, más bien. El de esta tarde era una buena oportunidad de demostrar intenciones y, más allá de lo subjetivo y de las sensaciones cordobesistas en el partido, el equipo blanquiverde supo sufrir. Mucho. Porque hasta el 94 hubo que estar mordiendo nudillos, apareciendo Juan Carlos para salvar tres puntos que son, casi, oro real. Porque, tras la victoria, los de Albert Ferrer vuelven a hacer su dos en uno particular. De un lado, firman virtualmente la permanencia en la categoría; del otro, demuestran con victorias que la promoción de ascenso se puede conseguir. De hecho, la zona roja queda a 9 puntos, mientras la noble se acerca de forma real. La deseada, más bien. Un punto separa a los de Albert Ferrer del objetivo de inicio de temporada, por lo que la racha positiva no podía haber llegado en mejor momento.

 

Para obrar la victoria, el técnico catalán optó por tocar poco su once inicial, repitiendo prácticamente en su totalidad los jugadores que vencieron al Alcorcón. Solo Luso, por Obiora (Abel se quedó en el banquillo) y Xisco, recuperado de sus molestias, fueron las variaciones del barcelonés en el Rico Pérez. Así, durante el primer acto, el Córdoba quiso mantener el orden, definiendo de forma muy clara sus dos primeras líneas de cuatro hombres, dejando arriba a Ulises Dávila y Xisco, mientras el Hércules era el obligado a intentar llevar el peso de partido, aunque los de Albert Ferrer se encontraban muy cómodos en el papel que dibujaba el inicio del partido.

 
Accidentes y alegrón
 

Tanto era así que tocó sonreír muy pronto. Gunino, en banda derecha, quiso romper lo táctico y se aventuró a quebrar con lo establecido, de ahí que se plantara en el área y fusilara a Falcón. Aunque este no quiso entrar en la acción del charrúa, si lo hizo a continuación, cuando Xisco recogía el rechazo en el área pequeña. Era el 0-1 y el mejor escenario posible se presentaba ante los blanquiverdes, que vieron un pequeño lunar en la lesión que obligó a López Garai a dejar su sitio a Pelayo. El vasco, que ya había sido duda durante la semana por los mismos problemas en los isquiotibiales, tuvo que abandonar el campo para que ingresara el centrocampista asturiano. Antes había sido Sardinero, por parte local, quien dejara el terreno de juego ante un inconveniente físico, entrando Héctor Font en su lugar.

 
Replegó pero pudo hace el 0-2
 

Con el gol de Xisco, Quique Hernández varió su dibujo, pasando a Sissoko a la izquierda y a Ferreiro a la derecha, dejando a Héctor Font por dentro para intentar elaborar el ataque blanquiazul. Sin embargo, los locales se mostraron espesos en esa faceta, por lo que el Córdoba apenas sufrió hasta el descanso. Incluso, pudo aumentar la renta si el colegiado no hubiera señalado un inexistente fuera de juego que dejaba solo a Ulises Dávila en su camino a gol o si, más adelante, Falcón no hubiera desviado a corner un remate de cabeza de Raúl Bravo tras una buena falta lateral botada por Juanlu.

 

De ahí al final del primer acto, lo más destacable estuvo en las cartulinas amarillas mostradas al conjunto blanquiverde. Juan Carlos y Juanlu fueron los elegidos, aunque por motivos diferentes. El guardameta alcarreño la veía por retrasar un saque de puerta, mientras que el interior malagueño lo hacía por una falta al borde del intermedio.

 
El Hércules sale con brío… pero la mejor, de nuevo, para el Córdoba
 

Tras el intermedio, los de Quique Hernández decidieron iniciar la presión más arriba, inquietando de forma tímida la portería de Juan Carlos. Porque, a pesar de la sensación de dominio local, esa no se traducía en ocasiones de peligro para los blanquiazules. De hecho, el guardameta alcarreño ni tuvo que intervenir en esos primeros compases del segundo acto, en los que el Córdoba volvía a cargarse de cartulinas. En esta ocasión serían Ulises Dávila, Pelayo (no jugará ante el Mirandés) y Dani Pinillos quienes eran apercibidos por Arias López, por lo que el Córdoba tuvo que mostrarse más comedido en sus acciones.

 

Albert Ferrer, nervioso en su zona técnica, movió el banquillo para dar entrada en el campo a Abel Gómez en detrimento del goleador, Xisco Jiménez. La idea, desde entonces, respondía a la necesidad de encontrar más contacto con la pelota, dejando en la velocidad de Juanlu, Ulises Dávila y Pedro cualquier oportunidad al contragolpe. Y llegó. De hecho, fue inmejorable, presentándose el interior alicantino solo ante Falcón pero, a la hora de definir, la vaselina que intentó el centrocampista blanquiverde no superó a al arquero gaditano.

                                                         
Paso atrás definitivo, pero alegría final
 

En la recta final, el Córdoba se vio superado por la necesidad local, de ahí que el sufrimiento fuera lo que imperara hasta el pitido final. Quique Hernández quemó sus naves y dio entrada al ariete del filial, Lauren, sacando del campo al defensor Aitor, consciente de que los de Albert Ferrer iban a visitar más bien poco los dominios del guardameta Falcón.

 

Por tanto, lo que vino a continuación no era sino la consecuencia a lo planteado, defendiendo el conjunto blanquiverde prácticamente junto a Juan Carlos, lo que dio opción a los blanquiazules a abrir constantemente el campo y llevar toda la inquietud del mundo al banquillo visitante, registrando la mejor oportunidad local en todo el partido allá por el minuto 94, cuando un cabezazo en área pequeña de Portillo se lo encontró bajo palos el meta califal.

 

Antes, el Córdoba había vuelto a perdonar una inmejorable ocasión tras una galopada de Pedro, que optó por la ejecución personal a ceder el balón a Arturo o Abel, acompañándole en la acción. Así las cosas, y tras un descuento que se hizo eterno, los blanquiverdes pudieron, al fin, alzar los brazos. La tercera victoria consecutiva llegó para cerrar de forma virtual una permanencia por la que se había temido tan solo tres semanas atrás. El Córdoba quiso creer y supo sufrir. Todo en el mejor momento.

 
 
FICHA TÉCNICA:
 

HÉRCULES: Falcón; Juanma; Pamarot, Echaide, Aitor (Lauren, m.66); Héctor Yuste, Sissoko; Ferreiro, Eldin (Assulin, m.55), Sardinero (Héctor Font, m.5); Portillo

 

CÓRDOBA CF: Juan Carlos; Gunino, Bernardo, Raúl Bravo, Dani Pinillos; Luso, Garai (Pelayo, m.16); Juanlu, Ulises Dávila (Arturo, m.76), Pedro; Xisco (Abel, m.59)

 

ÁRBITRO: Arias López (Colegio Cántabro), amonestó a Juan Carlos, Juanlu, Ulises Dávila, Pelayo, Dani Pinillos en el Córdoba, haciendo lo propio con Héctor Font en el Hércules

 

ESTADIO: Encuentro de la 34ª jornada de la Liga Adelante, disputado en el estadio José Rico Pérez ante más de 5.000 espectadores, con nutrida representación cordobesista en las gradas.