El Hércules, un rival con cerrojo

Es uno de esos rivales a los que tener en cuenta en los inicios de cada campeonato. Al Hércules, llamado a pelear por el ascenso durante el pasado verano, le está tocando vivir malos tiempos. Principalmente, en lo clasificatorio. Porque desde comenzara el curso, los de Quique Hernández han peleado por conservar la categoría más que por dar el salto a Primera División, lo que llama la atención en un conjunto ideado y confeccionado para cotas mucho mayores.

Sin embargo, su irregularidad (especialmente en el Rico Pérez) no le ha permitido engancharse a la zona noble de la tabla cuando la situación era propicia para ello y la clasificación aún no se había roto en bloques, como así parece en la actualidad, delimitando a los equipos en función de lo que puedan pelear de aquí al final. Precisamente, sobre esto hablaba ayer uno de los jugadores con más peso de la plantilla blanquiazul, Noé Pamarot. “Ya están más o menos establecidos los huecos y seremos siete los equipos que lucharemos por la permanencia. El resto puede pensar en otra cosa”, dijo.

Por lo tanto, el objetivo de los herculinos de aquí al cierre del curso está más que claro, por lo que desde Alicante ya se hacen cábalas al respecto, contando con el factor cancha a su favor, pues cinco de los ocho encuentros se restan se disputarán en feudo alicantino. Algo que, dicho sea de paso, no ha servido como elemento diferenciador para los blanquiazules durante la campaña, si bien hay que destacar que desde el 9 de febrero (1-2 ante el Recreativo), los de Quique Hernández no conocen lo que es perder en su estadio.

Asimismo y, a pesar de que los resultados obtenidos como local no han sido todo lo buenos que se esperaban en el lado blanquiazul, la racha actual no es del todo negativa, elevándose hasta cuatro los partidos en los que el Hércules no sale derrotado en su estadio, si bien el último empate ante el Girona (0-0) dejó mal sabor de boca entre la parroquia herculina. Antes de este compromiso, Numancia (0-0), Alavés (2-0) y Ponferradina (1-0), claudicaron en su intento de sumar los tres puntos en el Rico Pérez, de ahí que la visita del próximo sábado no vaya a ser ni mucho menos sencilla para los blanquiverdes, a pesar del nerviosismo que se respira en Alicante.

El Córdoba, así pues, tendrá que hacer frente a otra circunstancia a reseñar de manera notable para hincar el diente a los blanquiazules: su buen hacer defensivo. Al menos en lo estadístico, pues, ateniéndonos a los datos, en los últimos cuatro compromisos ligueros que ha disputado el cuadro herculino, estos no han recibido ni un solo tanto en contra.

Por todo ello, el Córdoba deberá seguir con su alegría de cara a puerta (los de Albert Ferrer llevan cinco encuentros consecutivos marcando) para tratar de alimentar una dinámica positiva que le ha llevado a sumar seis puntos consecutivos por primera vez desde agosto y que, de nuevo, le sitúa a menos distancia del play off que del descenso, si bien la de Alicante será la prueba de fuego definitiva para establecer de una vez por todas si los blanquiverdes han decidido reengancharse a la competición y terminar peleando por ganarse un hueco entre los mejores de la categoría.