3-2. Esta es su realidad

22 de marzo de 2014 | | Nacho Serrano

El Córdoba paga un mal inicio de segunda parte y demuestra, una semana más, que peleará por no descender a Segunda División B

No hay nada peor como tener un problema y no querer ser consciente de él. Porque, a fin de cuentas, fútbol y vida se dan la mano como otras tantas realidades del día a día. Pero suele ocurrir que, ante una adversidad, hay que querer sobreponerse a ella. Y, si para hacerlo hay que tirar de honestidad, se tira. Demasiado pedir en un club liderado por lo impositivo. Será. Salirse de ahí es poco menos que una herejía y el que ose, reprendido. De esta forma, seguirá el problema y, aún siendo consciente de él, se optará por obviar, lo cual es aún más irresponsable. Porque en el Córdoba no ocurre nada, todo se relativiza a las buenas sensaciones, la mala suerte y las culpas al mensajero. De ese modo, la competición avanza y la única realidad es que el conjunto albiverde vuelve a situarse, una semana después, más cerca del descenso de categoría que del objetivo ineludible de principio de temporada.

 

Y ya poco más queda por probar. Nada, más bien. Porque Albert Ferrer saltaba hoy en la Nova Creu Alta con otros tres cambios en su once inicial y dando la alternativa a los dos únicos jugadores que le quedaban por ver: Ulises Dávila y Bernardo Cruz. Y es que, aunque el técnico catalán afirmaba el día de su llegada que conocía a la perfección lo que tenía a su disposición, tras cinco encuentros las probaturas han sido la tónica general tras su llegada. Y eso que hoy tocó ver una buena actuación durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, pero los errores en defensa terminaron por condenar las posibilidades albiverdes en el choque. Más concretamente en el lateral izquierdo, donde Samuel de los Reyes volvió a destaparse como la mejor alianza visitante una jornada más.

 

Así las cosas, habían salido los blanquiverdes (hoy de naranja) decididos a mandar desde el inicio, intentando plasmar e implantar sobre el campo el estilo de juego que gusta al técnico barcelonés, Albert Ferrer. Y de partida funcionó, porque el cuadro cordobesista empezó a dominar el balón y el juego, haciendo del choque lo que se pretendía durante la semana. De hecho, esta salida se vio refrendada en el minuto tres, cuando López Silva (que volvía a la izquierda) estuvo a punto de hacer uno de sus goles característicos entrando desde la siniestra. No hubo suerte pues, bajo palos, la defensa local lo evitó.

 

Tocaba después un ida y vuelta que hacía entretenido el encuentro. Sobre todo porque se jugaba, sin apenas interrupciones, en lo que ya es todo un logro para un choque de Segunda División. El cuadro arlequinado se estiró y, fruto de ello, llegaron las mejores opciones, siempre entrando por los costados, con un especialmente desacertado Gunino en los primeros 45 minutos. Pero, como siempre, Saizar intervenía para salvar a los suyos.

Gol de Nieto y paso atrás
 

Así las cosas y, cuando menos parecía ocurrir… ocurrió. De nuevo un ataque hilvanado por banda izquierda lo iba a aprovechar Nieto entrando al segundo palo. Se adelantaban los blanquiverdes y un nuevo duelo entraba en escena. No solo por el marcador, que hasta el momento hacía justicia con lo que se veía en la Nova Creu Alta, sino porque el equipo de Albert Ferrer volvió a recular en busca de los espacios que pudieran dejar los locales a la contra, si bien estos no se mostraban especialmente aguerridos en la presión, lo que no imposibilitaba la salida fácil y fluida de balón desde la retaguardia cordobesista.

 

Por eso, Olmo optó por lo directo, teniendo en Aníbal su mayor estandarte, provocándole una amarilla a Raúl Bravo (acarrea suspensión) y dolor de cabeza a Bernardo. Con eso y el balón parado, los sabadellenses crearon peligro, sobre todo en la figura de un Kiko Olivas que pudo igualar el choque cabeceando una falta lateral, si bien el Córdoba se encontró cómodo a la contra, teniendo alguna opción interesante en las botas de Uli o Xisco.

 
Aníbal empata
 

No obstante, las sensaciones habían cambiado, y los locales empezaban a generar peligro (sobre todo por banda), que alcanzaron su punto más álgido cerca del descanso, encontrando Aníbal un regalo en forma de centro preciso que le enviaba Clerc desde el costado izquierdo. El Sabadell empataba y los visitantes se veían castigados una semana más por el mismo motivo: dar un paso atrás.

 

Desaparición para asestar un golpe letal

 

Tras la reanudación, llegó el declive. Envueltos aún en la espiral negativa con la que se llegaba a vestuarios, los de Albert Ferrer se desdibujaron, ocasionando esto que Tanabe hiciera el 2-1 a los dos minutos de reiniciarse el choque tras un inoportuno resbalón de Samuel y un mal despeje de Bernardo. Tras el golpe, la reacción llegó de forma tímida de la mano de Ulises Dávila y un disparo lejano.

 

Nada más hacía el Córdoba, que no reaccionaba al duro golpe al que tenían que hacer frente por errores propios. Desde ahí, la nefasta actuación de Samuel de los Reyes fue creciendo, encontrando Collantes la felicidad más absoluta ante la pasmosa facilidad que tenía para campar por sus anchas por el costado izquierdo, superando una y otra vez al lateral sevillano. En la siguiente desaplicación del defensor, nadie pudo salvar los muebles y Aníbal prácticamente sentenciaba el choque rematando de cabeza en el segundo palo.

 

El gol de Xisco, puro espejismo

 

Ferrer movió el banquillo para buscar una reacción, dando entrada a Juanlu en lugar de Ulises Dávila. De sus botas nació el gol de la esperanza, al encontrar Xisco un balón franco que le llegó tras rebotar en el palo como paso previo. De ahí al final y, a pesar de la inclusión de Mendi y Pelayo, el conjunto blanquiverde generó pocas opciones reales de gol, si bien el ariete balear dispuso de dos opciones que propiciaron cierto peligro en las inmediaciones del meta Nauzet.

 

Sin embargo, era el Sabadell el que disponía de las mejores opciones, perdonando a puerta vacía (de nuevo tras error clamoroso de Samuel de los Reyes) primero, y teniendo que evitar Saizar un remate a bocajarro de Moha con marchamo de gol, después.

 

De ahí al final, el Córdoba lo intentó con corazón, pero sin encontrar una forma real de hacer daño al cuadro arlequinado. Una semana más, el descenso queda más cerca que la promoción. Y es que, tras llegar a este punto pasadas 31 jornadas, la conclusión empieza a ser tan contundente como peligrosa. Esta, y no otra, es la cruda realidad.

 
 
FICHA TÉCNICA:
 

CE Sabadell: Nauzet; Cristian, Kiko Olivas, Carlos Hernández, Clerc; Juanjo, Longás (Crespí, m.87); Hidalgo (Moha, m.62), Collantes, Tanabe; Aníbal (Edgar, m.76).

 

Córdoba CF: Saizar; Gunino, Bernardo Cruz, Raúl Bravo, Samuel; Luso (Pelayo, m.80), Abel; Nieto (Mendi, m.76), López Silva, Uli Dávila (Juanlu, m.68); Xisco.

 

Árbitro: Jesús Muñoz Mayordomo (Colegio manchego), amonestó a Raúl Bravo y Xisco en el Córdoba, haciendo lo propio con Longás, Moha y Carlos Hernández en el Sabadell.


Incidencias: Partido correspondiente a la 31ª jornada de la Liga Adelante, disputado en la Nova Creu Alta ante unos 3.000 espectadores, con representación de la peña cordobesista Sangre Blanquiverde en las gradas.


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