Jon Villanueva acaparó la mayoría de los minutos bajo el arco del filial

La portería del Córdoba B tuvo un protagonista casi indiscutible: Jon Villanueva. El guardameta, pese a ser un recién aterrizado a la disciplina del filial, se ganó la confianza de José Antonio Romero en el arranque de temporada. El de Barakaldo inició la campaña como titular, manteniéndose el puesto más de una vuelta. Los malos resultados, así como el buen hacer diario de Antonio Sillero, relegaron al vasco al banquillo. El canterano, pese a contribuir a la suma de siete puntos, solo estuvo bajo palos seis encuentros (UCAM Murcia, La Hoya Lorca, Melilla, Cacereño, Sevilla Atlético y San Roque de Lepe). Ante el Almería B, en lo que supuso el último encuentro de Romero en el banquillo del segundo equipo ribereño, Villanueva recuperó una titularidad que ya no perdió nunca más. La llegada de Luis Miguel Carrión reafirmó al vizcaíno, quien terminó cuajando grandes actuaciones.

En cuanto a goles recibidos, el Córdoba B finalizó la temporada 2014/15 con el segundo peor guarismo del grupo IV. Los blanquiverdes -encajaron 60 dianas- solo son superados en esta negativa estadística por el Lucena CF (64), farolillo rojo de la competición. Jon Villanueva encajó 51 tantos (1,59 por partido), mientras que Sillero recogió el cuero de su arco en nueve ocasiones (1,5 por partido). Como se puede comprobar, números casi calcados en uno y otro portero.

El filial mantuvo la portería a cero tan solo en siete de los 38 encuentros disputados. Como local no rebibió tantos ante Granada B (1-0), UCAM Murcia (1-0) , Lucena CF (1-0) y Arroyo CP (1-0); lejos de la capital cordobesa acabó con el marcó inmaculado ante Real Jaén (0-0), La Hoya Lorca (0-2) y Real Betis Balompié (0-1). En el polo opuesto se sitúan las tres goleadas a domicilio recibidas a lo largo de estos nueve meses de liga: Sevilla Atlético (4-0), Balompédica Linense (5-0), Granada B (5-2) y Cacereño (4-0).