Así fue la temporada del Córdoba B

27 de mayo de 2015 | | FRAN HABAS

El filial inició la campaña a las órdenes de Romero. La subida de este al primer equipo propició la llegada de Luis Miguel Carrión, quien consiguió 15 de 27 puntos en juego

La temporada 2014/15, como suele ocurrir de vez en cuando en lo futbolístico, no comenzó con sensaciones muy halagüeñas en el Córdoba B. La marcha de jugadores jóvenes pero con enorme proyección dejó un incierto panorama en el horizonte del filial. Son los casos, por ejemplo, de Rafa Gálvez –ya sabe lo que es jugar en Primera División-, Dani Espejo, Mendi, Gonzalo Verdú, Fran González o Javi Cabezas. Ello, unido a una plantilla con 12 caras nuevas, hizo planear la sombra de la duda allá por el mes de julio.

 

Aun así, y tras siete jornadas de competición, el equipo dirigido por Romero ocupaba con 13 puntos posiciones de Play-off de ascenso. Nada hacía presagiar lo que sucedería ocho meses después. La victoria en el Nuevo Arcángel (1-0) en el derbi provincial ante el Lucena CF del mes de noviembre dio paso a una catastrófica racha de resultados del cuadro blanquiverde. Los de José Antonio Romero estuvieron nueve partidos sin conocer la victoria. Todo se truncó con el triunfo ante el UCAM Murcia. Los universitarios, líderes por aquel entonces, cayeron en las IDM El Fontanar por primera vez en la temporada. Los tres puntos, balsámicos, no terminaron de asentar a un conjunto que con anterioridad, y tras perder en La Nueva Victoria, cayó a puestos de descenso. Ya no volvería a salir de ellos. Corría el mes de enero. El ascenso de Florin Andone al primer equipo, primera de las muchas puñaladas deportivas sufrida por este conjunto. La ausencia del rumano se notó. Y mucho.

 

El mercado invernal, pues, última opción posible para reforzar determinadas parcelas como la ofensiva. Juanfran, máximo goleador del B con siete tantos, único delantero nato tras la marcha de Alberto Quiles al Marbella FC. No fue el único en salir. José Antonio González y Antonio Lucena tomaron rumbo a Martos, mientras que Austin Eaton partía a tierras británicas tras su aciaga experiencia en el filial. Cuatro salidas y tan solo dos altas. Ver para creer. Marc de Val y Sergio Díaz, nuevos integrantes de un equipo que acabó la competición prácticamente fundido. Apenas 15 jugadores de campo con relativa experiencia. ¿Se pueden imaginar lo que sucedía cuando lesiones o sanciones llamaban a la puerta del B? Juveniles al poder: Niko, Sergio García, Sergio Domínguez y Vera. Solo este último logró hacerse con un hueco a final de campaña. El santaellero –se estrenó como goleador ante el Arroyo CP- fue un más que digno acompañante de Juanfran en el epílogo de la competición.

 

La salida de Miroslav Djukic propició el ascenso de José Antonio Romero al primer equipo. El baile de piezas se completó con la llegada de Luis Miguel Carrión, ayudante de Pablo Villa y Albert Ferrer con anterioridad, al banquillo del segundo equipo cordobesista. El catalán, pese a ganar cinco de los nueve partidos que dirigió, no pudo lograr el objetivo marcado. Un punto privó al Córdoba B de lograr la permanencia. Las victorias ante El Palo, Lucena CF, ArroyoCP , Betis B y Real Jaén no pudieron salvar a un bloque que llegó a la última jornada con opciones reales de éxito. El empate entre Cartagena y La Roda de la jornada 38, hizo estéril el 2-1 con el que los blanquiverdes derrotaron al Real Jaén. El grupo X de Tercero División, nuevo hábitat del Córdoba B a partir de la 2015/16.

 

El único aspecto positivo, por decir algo, de la temporada llegó con el debut en Primera División, amén de Florin, de tres jugadores del filial, dos de ellos asiduos durante todo el ejercicio liguero. Son los casos de Fran Serrano y Jonathan Bijimine. El primero saboreó las mieles de la máxima categoría en el Nuevo Arcángel ante el Rayo Vallecano. El franco-congoleño y el roteño Sergio García lo hicieron una semana más tarde en Ipurúa, en lo que supuso la despedida del Córdoba CF de la Liga BBVA.