El encuentro de mañana domingo ante el Villanovense tiene mucha más trascendencia de la que parece. Pese a que los lucentinos viven una crisis que les ha hecho acumular seis jornadas sin ganar la situación no es tan mala como podría ser. El buen inicio ha paliado el mes y medio sin celebrar una victoria que ya se vive y gracias a ello no se ha pisado puestos de descenso todavía. Reencontrarse con el triunfo ante el club serón devolvería la alegría al gesto de un Lucena que cada vez tiene más pinta de mueca desdibujada. Un equipo que sonríe con la boca y cree en sus posibilidades, pero que con los ojos transmite preocupación. Una desasogiego que proviene de la ansiedad que provoca no ganar cuando se pudo, del recelo que provoca un futuro incierto en lo económico. De ahí la importancia del choque ante el Villanovense. El Lucena puede tomarse un reconstituyente si logra vencer o un tropiezo sería casi una eutanasia antes del calendario aplicado que se avecina.
El Villanovense llega en la zona media de la clasificación, pero a tiro de piedra. Los tres puntos que se conseguirían ante los serones si se les vence, propiciarían una buena escalada para los celestes ya que todos los conjuntos que están en la misma pelea que ellos, juegan entre sí o ante conjuntos de la zona alta de la clasificación. El cuadro pacense se ha adaptado por la vía rápida a la nueva categoría después de su ascenso la pasada campaña y posee un bloque compensando. A domicilio han logrado cinco puntos aunque cuentan por derrotas sus visitas al Ciudad de Lucena.
Arsenal después de la convocatoria de mínimos que tuvo que hacer la pasada semana podrá contar con más efectivos para la cita. Pese a que Chirri y Santacruz no estarán disponibles por lesión, Pedro Beda, Albiol y Maxi sí que lo estarán al haber cumplido sus castigos. Así las alternativas para el albaceteño se multiplican y se espera alguna novedad en el once incial que salte al césped de inicio.
