El Anaitasuna derrotó al Ángel Ximénez por 33-28 gracias a una buena segunda parte en la que sentenció el choque con defensa y contraataque. El equipo pontanés, que no contó con Chispi, dispuso de cuatro goles de ventaja al principio del partido, pero el Anaitasuna equilibró el duelo al descanso y encarriló la victoria en los diez primeros minutos del segundo periodo.
El conjunto cordobés salió más intenso en el partido que su rival y gracias a una buena defensa cogió de ventajas de hasta cuatro goles (0-3, m.4 y 2-6, m.8), aunque tuvo el hándicap de la segunda exclusión en ocho minutos de Olea.
El Anaitasuna fue metiéndose poco a poco en el encuentro, Lorger mejoró las prestaciones de un desaparecido Capón en la portería y con los goles de Nadoveza y Jorge Silva logró empatar el choque en el minuto 16 (8-8).
El Puente Genil cargó su juego al pivote, un Baena que se fue con 6 goles al descanso, al que se llegó con empate a 14, pero el Anaitasuna apretó en defensa desde el inicio de la segunda mitad y con tres contragolpes consiguió romper el partido (21-17, m.10).
Baena ya no pudo marcar hasta mediada la segunda parte y el equipo pamplonés supo manejar diferencias de cuatro y cinco goles, con Meoki y Costoya como jugadores destacados en los momentos decisivos, para acabar con una racha de tres derrotas consecutivas (33-28).
Anaitasuna: Capón (Lorger, ps); Reig (5), Etxeberría, Nadoveza (5, 3p), Chocarro (4, 3p), Jorge Silva (4), Juan Castro (1) --siete inicial--, Cristian, Garza (1), Meoki (6), Gastón (3), Goñi y Costoya (4).
Ángel Ximénez: De Hita (Chirosa, ps); Olea, Medina (1), Moya (4), Cuenca (7, 1p), Muñoz (1), De la Sierra (1) --siete inicial--, Morales (1), Baena (9, 2p), Porras, Levente (4) y Tua.
Parciales: 1-4, 4-6, 7-8, 10-10, 12-12, 14-14 (descanso), 16-14, 21-18, 24-21, 27-24, 30-25 y 33-28.
Árbitros: Fernández y Martín. Excluyeron a Garza (2) y Meoki (2), del Anaitasuna, y a Olea (2), Medina (2), Muñoz, De la Sierra, Baena y Levente, del Ximénez.
Incidencias: Unos 1.500 espectadores en el pabellón Anaitasuna.