El 22 de junio se cumplirá un año del ascenso del Córdoba CF a Primera División. De que el cordobesismo tocara el cielo del fútbol español y de que una afición maltratada durante décadas regresara a la categoría que siempre le correspondió por dar tanto a cambio de tan poco. Así, 42 años después, el blanquiverde se puso de moda en la capital y en la provincia, hasta alcanzar los 16.589 abonados.
Sin embargo, ya sea por la mala configuración de la plantilla, por la mala fortuna en momentos puntuales, por la nefasta gestión en los despachos... el club entró en una vorágine de despropósitos, batiendo marcas negativas en la historia del fútbol español, hasta dar con el club en Segunda División. Lo que llevó a buena parte de la masa social cordobesista a dar la espalda a un equipo moribundo que se arrastró durante los tres últimos meses de competición.
Concluido el calvario, teóricamente la directiva ha apostado fuerte por devolver al equipo a Primera. Para ello, ha puesto en marcha una agresiva campaña de captación de abonados, con precios muy asequibles y el atractivo de obtener el abono gratis en caso de conseguir el regreso a la élite. Una campaña que lleva como eslogan “Construyendo pasión”.
No obstante, más que construir, como se habla desde el club, lo que se pretende es “reconstruir la pasión”. Aquella que quede entre los escombros o que pueda rehabilitarse tras el éxtasis de Las Palmas. Porque en aquel momento sí que se construyeron ilusiones que, de haberse hecho bien las cosas, habrían supuesto réditos de esperanza para el club durante décadas.
Pero no. Por aquel entonces no se quiso apostar de verdad por el proyecto deportivo. Y las dudas, por mucho Emilio Vega, José Luis Oltra o Markovic que vengan, no se despejarán hasta que el club -esta vez sí- confeccione un proyecto deportivo ambicioso e ilusionante, capaz de basar en el fútbol y no en la diosa Fortuna un proyecto de ascenso.
@MMontero79
