El mayor defecto que tiene el presidente del Córdoba CF, Carlos González, es que se cree perfecto. Su ego y soberbia son tan grandes y está tan convencido de que todo lo que hace está bien, que cuando se pone delante de un micrófono resulta esperpéntico. Como salido de una película de Berlanga. Con la diferencia de que él cree encarnar el papel de Mr. Marshall y los cordobeses fuéramos unos paletos.
Que el lunes desfilara por la Subdelegación del Gobierno y se dedicara a atacar a diestro y siniestro a periodistas y detractores me lleva a pensar que se ha quedado anclado en el pasado. Como salido del NODO. Donde el que se postulaba ante el micrófono era intocable y el resto, a la fuerza, debía pasarle la mano por el lomo.
Por supuesto que el tema Carlos Caballero no es culpa del club. El Córdoba tiene la mejor plantilla de Segunda División. Y los periodistas cordobeses no ven ni 25 partidos a lo largo del año. Ironía OFF.
Señor González, deje de hacer amigos y abra los ojos a la realidad. La entidad debió revisar la documentación como principal interesado. La inversión en jugadores ha sido mínima desde que usted ha llegado. Y la prensa cordobesa hace su trabajo como el resto de periodistas de España. Alabamos o criticamos, según veamos.
No me cabe ninguna duda de que por su carácter altivo jamás reconocerá en público que se equivoca. Sino todo lo contrario. Sostendrá hasta el final que la Liga de Fútbol Profesional y la Federación Española debieron hacer la labor de los trabajadores del Córdoba. Que esta temporada volverá usted a demostrar que como buen rey Midas convierte en Messi cualquier jugador de medio pelo que toca. Y que los periodistas le criticamos porque seguimos viendo cuadrada la pelota que usted descubrió que era redonda.
Ahora, si me lo permite, hablando en serio, le voy a dar un consejo. Como buen empresario por el que le tengo, venda. Es el mejor momento. Volverá a sacarle dinero a un club que históricamente, en lo económico, ha sido un agujero negro.
Se irá por la puerta grande y, con el tiempo, se le recordará como el presidente que devolvió al Córdoba a Primera, en lugar del que lo arrastró en su regreso.
@MMontero79
