Carmen Casas reforzará la dirección de juego del CBF

6 de agosto de 2020 | Baloncesto | Minuto90.com

La base rambleña es la séptima jugadora del nuevo equipo sénior nacido de la fusión del Deza Maristas y el Adeba

La base de 1,67 Carmen Casas García (La Rambla, 28 de mayo de 1990) se ha convertido en la séptima jugadora de la plantilla del Córdoba Baloncesto Femenino (CBF), el nuevo equipo sénior nacido de la fusión de los conjuntos séniors del Deza Maristas y el Adeba. La rambleña volverá a las canchas tras una temporada de inactividad. Casas es una de las jugadoras del CBF que a lo largo de su carrera ha jugado en el Adeba y el Deza Maristas, por lo que conoce de sobra la idiosincrasia de ambas entidades. El técnico del CBF, Miguel Ángel Luque, ya cuenta por ello con las bases Ana Rodríguez, Carmen Casas y Sandra Borrego; la alero Raquel Pérez; y las alas-pívots Marta Martínez, María Castro y Marina Santiago.

La directora de juego de 30 años anotó sus primeras canastas en las bases de La Rambla (1997/2001). Su etapa de formación la completó en el Fernán Núñez (1997/2001) y Los Guindos de Málaga (2003/2008). En la categoría sénior ha militado en el Adeba (2008/2011), Conquero (11/12), Deza Maristas (13/15), Llerena (15/16) y nuevamente en el Deza Maristas (17/19).

Durante su dilatada carrera formó parte de la plantilla del Adeba de la temporada 2010/2011 que ascendió a la Liga Femenina 2 y del Conquero del curso 11/12 que subió a la Liga Femenina. Además disputó cinco fases de ascenso más a la Liga 2, dos con el Adeba y tres con el Maristas. En las categorías de formación ganó cinco títulos andaluces por clubs con Los Guindos, tres júniors y dos cadetes, además de títulos provinciales en todas las categorías, repartidos entre los clubs Los Guindos y Fernán Núñez.

Igualmente ha recibido diversas distinciones, como el premio a la mejor deportista rambleña en dos ocasiones, dos veces el galardón Estudios y Deporte o la elección en el equipo ideal de un campeonato nacional júnior.

Carmen Casas ha decidido volver a jugar tras dejar las canchas durante un año porque "me he dado cuenta de que el baloncesto significa mucho más de lo que creía en mi vida. Me ha dado mucho, entre otras cosas grandes personas, y creo que ese es el principal motivo que me ha hecho querer volver, el tema emocional. Aunque soy muy competitiva, lo deportivo pasa a segundo plano. A pesar de eso no niego que también necesito el contacto con la pelotita naranja y todo lo que eso supone".

A lo largo de su carrera, la base rambleña ha jugado en el Adeba y el Maristas. Tras la unión de ambos clubes, afirma que "Creo que era necesario para poder subir un peldaño en todos los aspectos. Habíamos entrado en una dinámica que realmente nos aportaba menos de lo que merecíamos. Creo que aunar todos los recursos de ambos clubs va a dar al baloncesto femenino cordobés un golpe de calidad importante, mucho más atrayente para los espectadores y las propias jugadoras".