Vázquez: "Nos jugamos más que el Córdoba y debe notarse"

Fernando Vázquez sabe que el Mallorca se juega la vida el fin de semana. El técnico gallego habló en rueda de prensa sobre lo que espera del duelo contra el Córdoba y avisó de la necesidad imperiosa de los locales. Pese a ello, rebajó la tensión existente en la Isla al afirmar que su equipo no tiene que “preocuparse los por demás”. Es “un tópico” dentro del balompié aunque reiteró que solo deben pensar en ellos mismos. Lo que deben procurar es “poner la tensión en su justo punto” para afrontar la cita “con garantías”.

“Nosotros nos jugamos más que el Córdoba y eso debe notarse sobre el césped”

Recuperará a Héctor Yuste y Brandon que cumplieron sanción ante el Elche. No obstante, pierde por ese motivo a Timon Wellenreuther, cancerbero titular. Dos futbolistas más están entre algodones y plantean alguna duda para el domingo. Son los casos de Ortuño y Oriol. En lo que respecta al primero de ellos, recibió un pisotón durante el entrenamiento del viernes que le obligó a abandonar la sesión. No obstante, Vázquez confía en su participación. Ya más difícil lo tendrá el lateral al que esperará “tras el último entreno”.

Importante y trascendental será el envite contra el cuadro califal. De los blanquiverdes, el míster indicó que se verán las caras con “un gran equipo” que está demostrando últimamente que es “un claro candidato a subir a Primera”. Aunque esa es una razón de peso y contundente que conduzca al nerviosismo, Fernando coincidía con Oltra en su pensamiento sobre quién se juega más. “Nosotros nos jugamos más que el Córdoba y eso se tiene que notar sobre el césped”. El descenso a Segunda “B” sería un palo muy complicado de gestionar para la entidad mallorquina.

Quedan dos plazas por adjudicarse para el “infierno” de la categoría de bronce. Bilbao Athletic y Albacete han sido los primeros en bajar y el Llagostera lo tiene casi imposible para mantenerse. Por lo tanto, un lugar está destinado para Almería, Ponferradina o Mallorca. Los tres puntos se antojan vitales de cara a cumplir con un objetivo que no era ni mucho menos el marcado al principio de la temporada. Quién iba a decirle a Albert Ferrer por aquel entonces que dejaría el club en una situación tan complicada.