La familia Raíllo está de enhorabuena, si el domingo, Manolo, el mayor de los hermanos, lograba el ascenso a Segunda B en las filas del Gavá, este lunes se ha conocido que el pequeño, Antonio, se ha comprometido con el Mallorca, en un proyecto que pretende mirar hacia la parte alta de la tabla, tras los apuros sufridos por el conjunto bermellón para lograr la permanencia en la temporada recién concluida.
Antonio Raíllo se formó en el Séneca, pasando al Pozoblanco al terminar su etapa juvenil. Tras un año en el conjunto vallesano, comenzó un peregrinar por los filiales del Betis, Córdoba y Español, equipo este último donde explotó, lo que le sirvió para que el club periquito le hiciera contrato profesional en la temporada 2015-16, con todo, su aportación fue mínima, apenas cuatro partidos disputados en Primera División hicieron que al final de la primera vuelta fuera cedido al Ponferradina, donde rayó a buen nivel, disputando 16 partidos, pero no consiguiendo impedir que el equipo descendiera a Segunda B. Con todo, su buen juego y polivalencia, se desenvuelve tanto de defensa central, como de pivote, le han servido para que el Mallorca se fije en él de cara a su nuevo proyecto.