Una vuelta de pena

16 de enero de 2017 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

Los números del Córdoba igualan, a mitad de temporada, a los de campañas en las que terminaba luchando por no bajar. 16 puntos menos a estas alturas que en la 15-16

Cuando la temporada llega a la mitad es lógico –y lícito- mirar atrás y comparar situaciones, sobre todo para especular sobre hasta dónde puede llegar este nuevo proyecto del Córdoba que, de momento, no va por buen camino.

Desde que el conjunto blanquiverde subiera por última vez a Segunda –año 2006-07- apenas en dos ocasiones había terminado en peor posición que el decimoquinto puesto que ocupa a mitad de la 16-17. Quedaba lejos ya en el recuerdo, además: en 2007-08 el conjunto dirigido por Paco era decimosexto y en la siguiente, con Luna Eslava recién sentado en el banquillo, decimonoveno.

En cuanto a puntos conseguidos, es el tercer peor registro del Córdoba en los últimos diez años –si exceptuamos el año de Primera (19), en el que además había disputado dos menos encuentros-. Con los 26 actuales iguala los de la 2007-08 y supera los 25 de la 10-11 y los 21 de la 08-09.

La cifra de goles marcados también es pobre si la comparamos con temporadas precedentes. De hecho, este Córdoba lleva menos goles (21) que el de la 07-08, 10-11, 12-13, 13-14 y, por supuesto, la pasada 15-16.

En lo que atañe a goles encajados (28) sorprende, por ejemplo, que casi duplique a estas alturas los 15 que recibió en la 11-12, en la que –con Paco Jémez al frente y con un juego muy ofensivo- el equipo blanquiverde se coló en play-off.

Pero tal vez la comparativa que más duele o que más dudas despeje sea la más reciente. Si echamos la vista atrás únicamente una temporada, comprobamos que el Córdoba a mediados de la 15-16 era segundo, con dieciséis puntos más, ocho goles más en su haber y cinco menos en su debe.

Es evidente que, bien sea por un problema mental, bien por falta de calidad o bien por ambas cosas el Córdoba ha bajado en sus prestaciones y lo que antes parecía un proyecto serio de ascenso ahora se ha convertido en un plato muy difícil de digerir.