Una sangría de postre

26 de enero de 2017 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

De los doce últimos goles que sufrió el Córdoba en Liga, ocho los encajó en los últimos minutos de los encuentros. Las segundas partes, fatídicas ante Cádiz y Tenerife

Un tuit de la cuenta @CordobaCFinEng lo recordaba poco después de la última derrota y el dato no deja de ser significativo. Ocho de los últimos doce goles concedidos por Pawel Kieszek han llegado en los últimos veinte minutos de los choques.

En el minuto 83 del choque frente al Getafe, Facundo Castillón sentenció el encuentro (1-3) –y la suerte de José Luis Oltra como técnico del Córdoba-. Una semana más tarde, en Reus, un tanto de cabeza de Srdjan Babic puso incertidumbre a la recta final de una de las dos victorias como visitante en Liga del equipo en la era Carrión (1-2 acabó).

Más duro fue lo sucedido en El Arcángel en la jornada siguiente. Tras el gol de penalti de Rodri en el 57’, el Cádiz remontó el choque con dos tantos de Ortuño (70’ y 83’) y un tercero de Aitor (88’).

En el Tartiere a los goles de Javi Galán (21’) y Borja Domínguez (47’) respondió –afortunadamente tarde- el Real Oviedo con otro de Linares. Era el minuto 89 de juego y el 1-2 final.

Por último, el pasado sábado fue el Tenerife el que prorrogó estas segundas partes de miedo con dos goles más en los últimos veinte minutos (Lozano lo metió en el 76’ y Omar en el 81’).

Puede ser casualidad, aunque en el fútbol casi nada pasa por nada. El Córdoba está terminando muy mal los encuentros y sus rivales están haciendo sangre en esos minutos clave –la Zona Cesarini la llaman en el argot futbolístico- en el que los goles –a favor o en contra- cambian la suerte de un partido (o de una temporada).