Una oportunidad histórica

La del miércoles en una ocasión para volver a entrar en la historia para el Córdoba. A pesar de ser una entidad que ha regalado últimamente alegrías en Copa a sus aficionados –más que en Liga, ciertamente- la institución de El Arcángel apenas ha alcanzado los cuartos de final en ese torneo en tres oportunidades en su historia.

La primera, de hecho, llegó en 1945 cuando aún era Deportivo Córdoba. Entonces, militando en Segunda, eliminó en octavos al Real Murcia tras vencer 2-1 en Chamartín en un choque de desempate con goles de Guillamón y Del Pino. En esa ronda de los últimos ocho le tocó en suerte el Real Oviedo, que superó a los de Bonet en los dos envites (1-0 y 1-2).

Hasta la 59-60 no volvió el Córdoba –ya como C.F.- a octavos de final, siendo superado entonces por el Atlético que luego sería campeón del torneo sin compasión -1-3 y 5-2-. Nuevamente los colchoneros –entonces entrenados por el cordobés Tinte- arruinarían en 1961 el sueño copero venciendo otra vez en los dos compromisos (2-0 y 0-1). En el 63 el Barcelona se cargó al Córdoba también en octavos e igualmente sin oposición (1-2 y 4-2). Al año siguiente, con el Córdoba asentado en Primera, el Valencia eliminó a los blanquiverdes en la misma ronda gracias a dos goles de Waldo en la ida por uno de Cabrera (en la vuelta, 0-0). En el 65, el Zaragoza de los cinco magníficos que luego conquistaría el torneo acabó por la vía rápida con el conjunto entrenado por Toba (0-2, 4-1).

En la 1966-67 el Córdoba consiguió su mayor hito en Copa. Tras dejar en la cuneta a Europa en octavos (1-1, 4-0) y Pontevedra en cuartos (1-1, 1-1 y 1-0 gol de Juanín en el desempate del Bernabéu), en semifinales esperaba el Athletic Club. El 18 de junio del 67 y en un día lluvioso un árbitro valenciano llamado Birigay se dedicó a boicotear el sueño del cordobesismo en una actuación que casi provoca un “altercado público” –citando al neutral Mundo Deportivo de aquella fecha-. Un gol anulado a los blanquiverdes y otro sí concedido a Zorriqueta dejaron la final a tiro de piedra de los vascos, que remataron la faena en San Mamés con un claro 2-0.

En 1968 volvió el Córdoba a octavos –cayó ante el Valencia 2-0 en la ida y ganó por un insuficiente 2-1 en la vuelta-y desde entonces pasaron 23 años El Arcángel sin albergar un encuentro de las últimas rondas de esta competición. En 2001 de la mano de Pepe Murcia el conjunto cordobesista, tras eliminar a Murcia y Jaén, se medía en octavos a un poderoso Mallorca en octavos. Tras el 2-1 de la ida –goles de Lawal y Platero- un tanto de Cámara en la segunda mitad hizo estéril el de Etoo. El conjunto blanquiverde estaba en cuartos y se mediría a un rival de una categoría inferior como el Figueres, de Segunda B. Sin embargo, el cántaro de la lechera se rompió –ya se calculaban las opciones de acceder a Europa si se alcanzaban las semis- por culpa de un horrible partido en casa (0-2) que no palió el 0-0 de la vuelta.

Otras cinco apariciones cordobesistas contando la presente en octavos. En 2010-11 una absurda mano de Jonathan Sesma impidió la machada en Riazor ante el Deportivo (1-1 en la ida y 3-1 en la vuelta tras una prórroga); en 2011-12 fue la brillante actuación de Álvaro Vázquez con su gol en el último instante quien dejó con la miel en los labios ante el Espanyol (2-1 y 4-2 en Cornellá) y al año siguiente, el de la Copa Mola, llegó en octavos la eliminatoria contra el Barcelona conseguida tras eliminar a la Real (el pleito tuvo más emotividad que emoción: 0-2 en la ida con dos de Messi y 5-0 en la vuelta).

Historias y recuerdos bonitos que podrían prorrogarse el miércoles con una simple –y complicada al mismo tiempo- victoria ante un rival de la misma categoría.