Una mejoría psicológica

14 de marzo de 2017 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

El Córdoba lleva varias semanas afrontando con mucha más entereza los golpes en los partidos. Consiguió ante el Zaragoza su primera remontada de la temporada

La psicología también juega. La carga motivacional, el esfuerzo doble que supone levantar la cabeza y volver a correr después de un golpe y la capacidad de porfiar hasta el final por obtener un fin (en este caso, la victoria) son elementos muy importantes en una competición en la que los matices pueden marcar la frontera entre la gloria y el fracaso.

Ver al Córdoba jugar a comienzos de 2017 era arriesgarse a sufrir. Cada vez que el equipo sufría un vaivén propio del juego –lesión, expulsión o gol tanto a favor como en contra- los blanquiverdes se descomponían y dejaban de lado todo lo que de bueno pudieran haber hecho hasta ese momento. Repasemos.

El 11 de enero, después de una primera mitad sobresaliente, el Alcorcón empató a uno en el 51’ tras un error de Luso y a partir de ese momento parecieron otros futbolistas sobre el verde. En consecuencia, 1-2 y eliminación en Copa. Ante el Girona el tempranero gol Sandaza –también precedido de otro error defensivo- descompuso a un equipo que volvió a recibir un gol al comienzo de la segunda mitad. Pasó lo mismo a partir del gol encajado en Santa Cruz o tras el que supuso el empate de UCAM en El Arcángel.

En realidad, casi cada partido de enero y febrero fue calcado en ese sentido. En Lugo fue el gol de Joselu y ante el Huesca fueron las expulsiones de Aguza y Luso.

La mejoría en lo moral –trabajo de la psicología deportiva- se empezó a notar en el duelo del Ciutat de Valencia. El Levante golpeó pronto –minuto 10, gol de Campaña-, pero el Córdoba fue capaz de plantarle cara al líder y de empatar mercede a un golazo de Rodas. Durante la primera parte, de hecho, la imagen fue muy buena. Al final, la derrota 3-1 dejó un poso menos amargo que en semanas precedentes.

Y así, ante el Alcorcón la fe en las posibilidades y la intensidad en las dos áreas permitieron que Alfaro colara un gol clave en el minuto 89 de encuentro. En este caso la expulsión de Cisma no perturbó en exceso a los diez restantes, como tampoco lo hizo la de Pedro Ríos una semana más tarde en Tarragona. La mayor madurez mental de los jugadores de Carrión les permitió afrontar casi 80’ en inferioridad sin bajar su rendimiento. De hecho, el postrero gol de Manu Barreiro fue catalogado en todos los medios como de desgracia e injusticia.

El pasado sábado el Córdoba necesitaba ganar al Real Zaragoza y ganó. Y lo hizo superando a un rival de campanillas y, sobre todo, un gol en contra. La remontada llegó, además, en la última jugada del encuentro y lograda por Markovic, uno de los que mayor fe en sus posibilidades ha demostrado desde su llegada al club. El conjunto blanquiverde no había remontado ningún partido en lo que va de temporada y no lo lograba desde que la pasada campaña superara un gol de Óscar Díaz para superar finalmente 3-2 al Numancia.

El Córdoba ha mejorado en sus números y ahora parece mucho más fuerte mentalmente. ¿O es lo primero producto de lo segundo?