Un gol que da vida

Merecido

No por juego, sino por ocasiones. El Córdoba no jugó un buen partido, para qué engañarnos, pero lo que sí hizo fue generar muchas ocasiones de peligro. Mientras que Razak apenas sufrió, Dmitrovic y Dani Jiménez tuvieron bastante trabajo. Así pues, era cuestión de tiempo que llegase el gol, al igual que era cuestión de tiempo que se volviese a ganar en El Arcángel. Había llovido mucho desde septiembre, ya tocaba. Y, ahora, a seguir remando gracias a este gol que da vida.

La kriptonita de los alfareros

Alfaro es la kriptonita de los alfareros. Dos goles de Alfaro ante el Alcorcón se han traducido en seis puntos que serán vitales si nos paramos a echar números a final de temporada, seguro. Marcó en Santo Domingo y volvió a hacerlo en casa cuando el partido estaba agonizando. Curiosamente, parece que era algo que se olía, basta con ver cómo no ha habido desbandada general del público en los minutos finales. Visto lo visto, quizás debió haber jugado la Copa, quién sabe hasta donde se hubiera llegado.

Bien por Carrión

Parece ser que ha encontrado un sistema definitivo, aunque no hablaré muy alto por si acaso. Defensa de cinco, tres en el medio y los dos delanteros que hagan lo que puedan. Intento de solidez atrás y a lo que surja arriba. Encima, si los cambios le salen bien, no hay ni un pero que poner. Berdich centró, Piovaccari remató y Alfaro remachó. Carrión salva su primer match-ball, sigue un partido más.

Es tiempo de ¿unión?

Muchos han escrito ya sobre lo ocurrido a lo largo de la semana, así que lo resumiré con una palabra: esperpéntico. Una reacción mal y a destiempo del club ha provocado unión, pero entre toda la afición contra una directiva que campa a sus anchas con polémicas decisiones como prohibir la entrada a aficionados a un campo municipal (!). Y mejor ni hablamos de las entradas regaladas, cuando hace unos meses se cobraba a bebés por ver al filial. En fin, cosas que solo pasan en Córdoba.

Mensajes de (des)motivación

Rodas, bien; Pedro Ríos, bien; Luso, bien… pero eso de Uli o Florín es demasiado cruel. Sí, la intención era la de motivar al cordobesismo de cara a la final de este sábado, de eso no hay duda; el problema es que algunos vídeos llegaron a doler. No se puede negar que es maravilloso que gente así se acuerde del Córdoba y de su tiempo aquí, pero es inevitable pensar en cómo era todo después de lo del Gran Canaria o la temporada pasada con el killer rumano. En tres palabras: bien, pero mal.