Seis años sin acordarse de las permanencias agónicas de Plata

El cordobesismo ya había olvidado esa desagradable angustia de lo que era sentir cerca el olor a pozo de la Segunda B. Pero desde el ascenso de 2000 el Córdoba ha vivido más años al borde del precipicio que cerca de la gloria. La mala dinámica de esta temporada –corregida a última hora- ha provocado que en la presente 2016-17 el mínimo objetivo de conservar la categoría no se haya conquistado a dos jornadas del final.

En el año del retorno a la plata -2000-01- no se vivieron angustias por salvar el cuello. De hecho, la permanencia matemática se selló con cuatro semanas de margen tras vencer 3-0 al Lleida en un partido en plena feria que apenas levantó expectación. Los 56 puntos finales dejaron el descenso a once.

Un año más tarde también conquistaron la permanencia con margen, a pesar del turbulento final de temporada con García Remón, Pirri y compañía. El 2-1 al Jaén de la antepenúltima fecha evitó cualquier riesgo. El Córdoba sumó 53 puntos por los 50 en los que estuvo el descenso.

En la 2002-03, primer match ball: el Córdoba se salvó en Getafe gracias a un empate a uno en la última jornada (gol de Montenegro). Más difícil todavía fue lo de la 03-04, viéndose obligado el equipo entrenado por Pedrito a ganar también en la última jornada al Leganés (0-1, marcó Olivera).

Tanto fue el cántaro a la fuente, que en la 04-05 se rompió. Cuando todo hacía indicar que la permanencia o el descenso se decidirían en la última jornada en Tenerife, el Valladolid ganó en la penúltima 3-4 en un partido marcado por las primas de ida y vuelta y mandó de vuelta al Córdoba a Segunda B.

Después de dos años en el infierno zanjados con el ascenso de Huesca, el Córdoba volvió a sufrir por mantenerse hasta límites insoportables. En la 07-08 tuvo que ser de nuevo en la última jornada en San Sebastián y en Alicante. En Donostia consiguió empatar a uno el equipo de José y en el Rico Pérez el otro equipo de José, el Cádiz, falló un penalti sospechoso ante el Hércules.

Un poco más tranquila fue la 08-09. La salvación, con Luna Eslava en el banco, se aseguró en la antepenúltima fecha con un 4-1 a Las Palmas con una actuación espectacular de Pepe Díaz. Un año más tarde fue el penúltima jornada al golear 4-0 al Real Unión con Alcaraz en el banquillo. En la 10-11, otra vez en la jornada 41ª y con un 2-0 también a Las Palmas se aseguró la continuidad.

Desde entonces –coincidiendo con la compra del club por Carlos González- el Córdoba nunca había luchado por no bajar a Segunda B. Seis años más tarde esa pesadilla se puede zanjar como en los viejos tiempos: a última hora.