Rodri y el pasado reciente

13 de septiembre de 2016 | Liga 1,2,3 | Rafael Cobos

El delantero cordobesista tiene ante sí el reto de hacer olvidar a Florín. No será fácil, pero tampoco imposible.

Lo que diré a continuación no es nada nuevo. No es algo que se descubriera ayer, no es algo que se descubriera el año pasado, ni siquiera es algo que se descubriera hace 10 años. No, señor; lo de que “cualquier tiempo pasado fue mejor” ya lo advirtió Jorge Manrique en una coplillas que decidió escribir recordando a su padre. Esa afirmación, que ha pasado de boca en boca hasta nuestros días, adquiere mucho más sentido si acudimos a su totalidad. Dice así: “cuán presto se va el placer, / cómo, después de acordado, / da dolor; / cómo, a nuestro parecer, / cualquier tiempo pasado / fue mejor”.

No haría falta aclarar a qué me refiero, pero lo haré. Sí, con esto me refiero al Córdoba CF; sí, con esto me refiero también al trío atacante; y sí, con esto me refiero, sobre todo, al jugador que está llamado a marcar la diferencia en una liga tan complicada. Ni nos va a ser fácil olvidarnos de Florín, ni tampoco hay necesidad de olvidarlo; pero una cosa no quita la otra. Queramos o no, nuestro delantero es Rodri. Es posible que el otro nos cayese mejor, tuviese más calidad, fuese más alto e, incluso, hasta más guapo, pero no por ello debemos dejar de confiar en el actual.

Podría escudarme en que aún es pronto, aún queda mucha liga, aún hay que ajustar bastantes aspectos en el equipo; sin embargo, no creo que estos argumentos puedan convencer a los más críticos. Reemplazar a uno de los delanteros más queridos (y con mejor rendimiento) del cordobesismo no es fácil, pero dudar de la implicación de Rodri y de su olfato goleador a estas alturas de la temporada sería algo absurdo. Lleva 2 goles en 4 partidos (renunciando a conseguir un hat-trick), no es mal comienzo a pesar de todo.

A modo de conclusión, me gustaría terminar de sincerarme: donde pone “Rodri”, se debe leer también el nombre del que escribe. Ambos hemos asumido la responsabilidad de sustituir a dos profesionales que han dejado el listón muy alto. Únicamente nos queda (me queda) pedir tiempo y prometer trabajo, ilusión y esfuerzo. Si suele pasearse por aquí, paciencia; si es la primera vez que se asoma a estas líneas, tome asiento e intente disfrutar. Quizás, y solo quizás, cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor.