Nada que ver con el Rayo que se vio en Córdoba en enero

2 de junio de 2017 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

La llegada de Míchel ha devuelto la alegría al juego de un equipo con futbolistas de muchísima calidad y que querrá dar una alegría postrera a su afición

El Rayo no se parece en nada a aquel equipo timorato que empatara a cero en El Arcángel en enero en el encuentro de la primera vuelta. Entonces era un equipo triste y desnaturalizado, enclaustrado en un sistema defensivo en el que terminaba de sentirse cómodo. Con la llegada del referente rayista y ex técnico del juvenil, Míchel, hace unas semanas, el conjunto vallecano se ha desmelenado y ha mejorado hasta asegurarse con dos semanas de margen la permanencia después de una temporada muy dura.

En portería, por ejemplo, Gazzaniga se ha consolidado como un portero muy interesante superando la cantada terrible que le costara un gol ante el Zaragoza. Las grandes actuaciones del arquero argentino –ex de Southampton entre otros- le ha dado más puntos de los que le ha quitado a su equipo.

En defensa –el Rayo juega con un 3-5-2 o un 4-1-4-1- son seguros Galán –le ha ganado el puesto a Quini en las últimas semanas- y los veteranos Amaya y Dorado. Otras alternativas serían Zé Castro, Pablo Íñiguez, Nacho o Rat.

En el centro del campo, con los dos carrileros de largo recorrido que serían Álex Moreno por un lado y el alemán Ebert por el otro, es clave la presencia del capitán Roberto Trashorras por su veteranía, calidad a balón parado y jerarquía –aunque le cueste mucho defender-. La gran revelación del equipo está siendo Fran Beltrán, quien apenas tiene 17 años y ha llegado con mucha fuerza y desparpajo desde el juvenil rayista. Otros jugadores interesantes en el mediocampo son Raúl Baena, Jordi Gómez o Santi Comesaña.

Arriba las alternativas son tres: Adrián Embarba, Manucho y Javi Guerra. Dos de ellos saldrán de inicio y probablemente –atendiendo a sus estados de forma y a los gustos de Míchel- serán los dos primeros.

Un once, en suma, que juega con alegría y que ha logrado la permanencia a base de fútbol de toque y de pegada. Ya sin nada que disputar, únicamente lucharán por terminar una temporada dura regalando una alegría a su afición. Que no es poco.