Mucho líder para un moribundo

La clasificación no engaña

El Levante demostró por qué va líder, por qué tiene una ventaja escandalosa y por qué va a subir sobrado. Sin hacer mucho, se llevó el partido ante un Córdoba que no jugó del todo mal y hasta fue capaz de sobreponerse al primer gol. Sin embargo, cuando un equipo entra en una dinámica así y empieza a coger cara de Segunda B, es imposible revertir la situación. Si la semana que viene no hay nuevo inquilino en el banquillo, se deberá a una de estas dos razones: o se han rendido, o nadie quiere venir a Córdoba. No sé cuál da más miedo.

Los bandazos de Carrión

Carrión me recuerda a ese usuario estándar que intenta solucionar los problemas de su ordenador toqueteando al azar. No sabe qué pasa, no sabe cómo arreglarlo, así que piensa que lo mejor es probar suerte para ver qué pasa. Ante el Levante, tocó sacar defensa de 5, poner de titular a un fichaje que la jornada pasada estuvo en la grada y mandar al banquillo al mejor jugador de lo que va de temporada. Es cierto que puede salir bien, pero lo normal es que salga mal.

Razakada

Aún sigo tratando de entender por qué salió de titular Razak. Si Pawel ha demostrado ser uno de los mejores porteros de la categoría (por no decir el mejor) y ha salvado al Córdoba jornada sí, jornada también, ¿a qué viene darle banquillazo? Lo peor es que sabemos lo que es Razak: sin excepción, todos los partidos tiene que hacer, como mínimo, una razakada. La que hizo en Valencia acabó en gol. El ghanés se lio con el balón en los pies, provocó una falta en la frontal del área y Campaña la clavó. Incomprensible.

Problemas de pasta

Seré breve en esto: el Córdoba estaba interesado en Roger, pero era demasiado caro y quiso ficharlo a precio de saldo. El Levante tiró la oferta a la basura y Roger ha demostrado por qué tenían que haber pujado seriamente por él. Este es solo uno de los problemas que están condenando al Córdoba, pero probablemente sea el que más claro se vea.

La ley del ex

La ley del ex es inapelable e ineludible, cada vez estoy más seguro de eso. Aunque parezca que siempre se sufre en contra, pensamiento muy recurrente en el cordobesismo, en esta ocasión tocó disfrutar de ella. Rodas volvía a la que había sido su casa y fue el que puso el momentáneo 1-1 en el marcador a la salida de un córner. Después no supo si celebrar o pedir perdón, pero el gol ya estaba hecho. Lástima no haber sacado también a Pedro Ríos para tener más opciones…