Los fichajes se notan

El mercado invernal levantó no pocas ampollas en el seno del cordobesismo por la escasa –nula, de hecho- inversión y por no haber servido para reforzar a la plantilla de Carrión en las posiciones en las que más coja parecía (centro de la defensa y ataque).

Sin embargo, a pesar de ser innegable que el Córdoba está jugando sin centrales natos durante los últimos partidos y ha demostrado unas carencias notables en ambas áreas, los tres jugadores que fueron incorporados en enero están empezando a rendir notablemente.

Mariano Bíttolo, el más desconocido de los tres, llegó del Atromitos griego y tardó en entrar siquiera en una convocatoria. Cuando lo hizo fue para ser titular como lateral de largo recorrido–el 18 de febrero ante el Levante-, coincidiendo con la decisión de su técnico de pasar de un sistema con cuatro defensas en línea a otro con tres centrales y dos carrileros. El cambio, a pesar de la derrota en Valencia, gustó a Luis Carrión que decidió repetir ante el Alcorcón, también con Bíttolo como carrilero. Lleva cuatro seguidos de titular y en los dos últimos encuentros ha jugado los noventa minutos.

Sergio Aguza llegó a última para reemplazar a Borja Domínguez, que se marchó al Real Oviedo. El catalán se había desvinculado del Alcorcón, pero ya había jugado hasta 15 encuentros esta temporada con los alfareros. Fue llegar y entrar en el once, ante el Lugo. Desde ese 4 de febrero ha sido titular indiscutible con la salvedad del duelo ante el Levante, que se lo perdió por su expulsión ante el Huesca. No podrá jugar frente al Numancia por acumulación de tarjetas.

Javi Lara fue la cara conocida del mercado. El montoreño recaló en el club con la responsabilidad de ser el único futbolista de la tierra en plantilla y, de paso, con la exigencia de llevar el timón del equipo no solo a balón parado. Tras unos comienzos más grises, Lara lleva ya tres partidos destacando y aportando su calidad y empuje en los momentos claves de los encuentros. Ha jugado todos los minutos de los últimos siete encuentros.

Tres que llegaron en mitad de la marea y que han encajado en un equipo que iba a la deriva y que, de momento, está reaccionando. Tres que están aportando su granito de arena para lograr un objetivo para el que, en principio, no fueron contratados.