Las escopetas tiemblan en el peor momento de la temporada

El tino en el fútbol, como en la vida, suele estar asociado a momentos de tranquilidad. Las prisas, los nervios y la necesidad suelen ser malos compañeros de viaje para quienes tienen que tener el pulso firme y las ideas muy claras ante la suerte suprema. El Córdoba no marca goles (o marca muy pocos). De hecho, es el tercer equipo que menos tantos cuela (22 nada más) y lleva una racha nefasta durante 2017.

El único gol en Liga en los últimos seis partidos de Liga (lo metió Rodri al UCAM) supone la mayor sequía de cualquier equipo cordobesista desde 2011. Echando la vista atrás, en la 2011-12 hubo dos rachas de tres encuentros sin colar –una ante Cartagena, Hércules y Deportivo y otra frente a Barça B, Sabadell y Alcorcón), pero el conjunto de Jémez disponía de recursos y de goleadores de sobra y en buen estado de forma para desatascar cualquier choque. En la 12-13 apenas en dos partidos consecutivos no se mojó (Ponferradina y Hércules), al igual que en la del ascenso, aunque sucediera en dos ocasiones (Las Palmas y Lugo en una serie y Numancia y Real Jaén en la segunda).

En Primera, naturalmente, se metieron pocos goles y la peor dinámica llegó con José Antonio Romero en el banquillo. En un registro difícil de empeorar, los blanquiverdes no fueron capaces de marcar en seis partidos seguidos –Elche, Villarreal, Athletic, Levante, Barcelona y Granada-.

El año pasado, con Oltra, únicamente no marcaron los atacantes cordobesistas de manera consecutiva a Tenerife y Oviedo en el tramo final de la temporada. Pero, claro, el año pasado la plantilla contaba con Florin Andone (21 tantos), Fidel (11) y Xisco (8). Y con esos jugadores este Córdoba necesitado de gol no puede ya contar.