La Copa mola más de lo esperado

Pío invita a otra

Al margen de que la Copa podría ser mucho más atractiva si imitase a otras ligas, pasar de ronda da un gustirrinín especial. En un torneo donde los equipos de Segunda y Segunda B están totalmente marginados en favor de los de Primera, ser uno de los matagigantes (el Málaga salía con todo, solo hay que ver a Sandro) y vivir noches así es maravilloso. Camarero, una ronda más.

Sei grande, Piovaccari

A Piovaccari no le mola la Copa, ¡le encanta! ¡Qué bestia! Al gol que metió en Cádiz, hay que sumar un doblete que hizo enloquecer a todos los desplazados (y a los no desplazados). El banquillo empieza a incomodarle y no para de demostrar lo que vale cada vez que salta al verde. Flautista, sei grande. ¡Tócala otra vez, Pío!

Contragolpes de manual

El Córdoba dio una lección de cómo hay que jugar al contragolpe. Con un Málaga volcado arriba, la espalda de la defensa blanquiazul era tan golosa que los Guille, Ríos y compañía no pudieron dejar escapar la ocasión. Al contragolpe, llegaron los dos goles del italiano y, al contragolpe, llegó también el penalti sobre Pedro Ríos, que se salió en una segunda parte de escándalo. ¿Que hay que tirarlo dos veces? Sin problemas, y hasta tres si te pones exquisito, Ocón Arráiz.

Gracias, Juande

Si algo bueno tiene la Copa a doble partido, es que algunos equipos van sobrados y deciden tirar la ida. La imagen del Málaga en El Arcángel fue lamentable, alentada por un entrenador que ni siquiera conocía lo que estaba pasando en el club blanquiverde. Rodri y Borja supieron aprovecharlo. Desde aquí, me gustaría dar las gracias al entrenador malacitano: Juande, contigo empezó todo.

Hora de elegir

La vida está plagada de parejas de opuestos entre las que hay que elegir: sol o lluvia, playa o montaña, blanco o negro, pan bimbo con corteza o sin corteza… y, ahora, la más trascendental de todas: ¿equipo grande (Madrid o Barça) o rival asequible? Te toca escoger bando, la batalla está a punto de comenzar.