Final a final hasta el final

13 de mayo de 2017 | Liga 1,2,3 | Rafa Cobos

Contracrónica del Córdoba - Reus

Primer salvation-ball salvado

Había que ganar y se ganó. A partir de ahí, todo lo demás es adornarse en el discurso. Después de mucho tiempo, había ambiente de partido importante porque, no solo se jugaban tres puntos, se jugaba una salvación. En realidad, la victoria llegó como siempre llega, aunque eso ya no sorprende a nadie. Sinceramente, creo que esto quita años de vida, pero el disfrute es indescriptible. Ahora, a pensar en la siguiente final: Oviedo. Sí, lo de Cádiz, siendo ante el Cádiz y fuera de casa, podemos darlo por perdido.

Bendito balón parado

El mejor jugador del Córdoba es el balón parado. La cantidad de puntos  que se han sacado gracias a las jugadas de estrategia es increíble. Ya era hora, todo sea dicho. Si al final se acaba salvando, el 50%  será gracias al acierto a balón parado. La otra mitad será por Pawel. ¡Madre mía qué portero! Lo que sacó casi al final es importantísimo. Otro empate en el último minuto habría destrozado al equipo.

Por los pelos, Carrión

Poco se puede decir porque al final le salió bien, pero el cambio de Piovaccari por Rodri solo lo entendió Carrión. Se me vienen a la mente muchísimos adjetivos, como reservón, amarrategui o cobarde; y, teniendo en cuenta los pitos al cambio, no soy el único que piensa así. Con la necesidad de ganar imperiosamente, lo único que se le ocurrió al entrenador fue cambiar delantero por delantero. Es indiscutible que el italiano estaba tieso, pero él solo tiene más gol que el resto del equipo junto. Y ya es decir.

Don Aritz López Garai

Puede gustar más o menos. Personalmente, siempre en mi equipo. López Garai volvió y El Arcángel se lo reconoció con una ovación. Es cierto que tuvo algún que otro percance cuando estuvo aquí, pero lo compensó dejándose todo en el campo. En la previa del partido, el vasco comentó que le gustaría ser entrenador del Córdoba. Para ser sinceros, a mí no me importaría. Solo queda que la máquina devora-entrenadores se ponga en marcha y empiecen a desfilar por el banquillo; seguro que, por probabilidad, le acaba tocando.

Para bien o para mal

Brigadas Blanquiverdes decidió recordar con un magnífico tifo una de las frases que definen al cordobesismo: “para bien o para mal”. Por lo general, suele ser más para mal que para bien, pero la verdad es que, aunque suene un poco masoquista, merece la pena esperar. Con los dos grupos de animación tirando del estadio, El Arcángel volvió a jugar y a ser determinante. Los diez últimos minutos el Córdoba jugó con 12 y eso se acaba notando. Hoy tocó para bien.