El Córdoba regresará a un lugar en el que ya fue feliz esta temporada

Fue un lluvioso día del Pilar. El año pasado, el 12 de octubre, el Córdoba disputaba su encuentro de la tercera ronda de Copa del Rey en el Carranza. Era su tercer encuentro consecutivo como visitante, porque había debido viajar por caprichos del calendario en la octava y novena jornada de Liga a Zaragoza primero y a Soria después.

A esas alturas del campeonato ya se habían jugado nueve partidos y el Córdoba apenas había perdido en Huesca (3-0). Era tercero y nada hacía sospechar que aquella tarde iba a regalar a su afición la última victoria como visitante en mes y medio. Es más, fue el último triunfo de José Luis Oltra como entrenador del Córdoba.

En Cádiz, por el contrario, andaban de uñas con su equipo y su técnico: estaban en zona de descenso y apenas habían ganado dos de los nueve encuentros disputados. De hecho, una derrota en la siguiente jornada de Liga en Santa Cruz hubiera precipitado el despido de Álvaro Cervera. Pero el Cádiz logró en Tenerife un sufrido empate con un jugador menos por la expulsión de Ortuño gracias al gol de Santamaría en el último instante. A partir de ahí, los amarillos reflotaron su nave y ahora aspiran a subir.

Pero regresemos al 12 de octubre. En aquel Córdoba que ganó en Carranza tuvieron minutos muchos de los menos habituales; la pareja de centrales la formaron Bijimine y Pablo Vázquez (quien no ha debutado en Liga); la banda izquierda la formaron Javi Galán como lateral –menuda papeleta para el pacense- y Bergdich; en punta se estrenó como titular el italiano Piovaccari. Y menuda manera de estrenarse, porque remató impecablemente de cabeza un centro desde la izquierda de Juli para decidir la eliminatoria. Antes, el propio Juli había adelantado a los blanquiverdes y más tarde Aitor García igualado el partido provisionalmente a uno. Acabado el encuentro, las cámaras se centraron en el argentino Gastón del Castillo, que acababa de debutar en España (apenas ha tenido 31 minutos en Liga desde entonces).

Mucho ha cambiado la historia desde octubre hasta ahora, pero con todo en juego y con una racha horrible como visitante (un punto de los últimos 24) bien puede valer recordar que el césped sobre el que correrán el sábado ya fue no hace tanto escenario de un acontecimiento feliz para el cordobesismo.