El Córdoba, un equipo copero

21 de diciembre de 2016 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

Cuatro equipos de Primera han sucumbido a los blanquiverdes en estos últimos diez años de competición del K.O., que ha regalado momentos únicos

Definitivamente, al Córdoba la Copa le mola. Pedro Martín, el estadístico de Tiempo de Juego de Cope, recalcó en su cuenta de twitter que de las diez últimas ediciones de Copa el Córdoba es el equipo de Segunda que ha eliminado a más primeras (cuatro), por dos el Celta, Betis, Alcorcón y Mirandés (aunque los castellanoleoneses se cargaron a otros tres más cuando estaban en Segunda B).

Los buenos recuerdos coperos en blanquiverde en los últimos tiempos –lejos queda ya aquella mítica eliminatoria ante el Mallorca de 2002- comienzan el 2 de septiembre de 2009, cuando un tanto de Pepe Díaz y otro de Javi Flores bastaron para dejar fuera del torneo en el Villamarín a un Real Betis que ese año también estaba en Segunda y que, de hecho, apenas unos días antes habían goleado 3-0 a los cordobesistas en el mismo recinto (Pavone marcó ya en el 89’ para los verdiblancos).

Esa temporada fue el Rayo el verdugo de los de Alcaraz, que al año siguiente tras eliminar a los Segunda Numancia y Rayo fue capaz de doblegar al Racing de Santander, entonces en Primera. El 2-0 cosechado en la ida (tantos de Oriol Riera y Díaz de Cerio) fue rematado por el tanto providencial en la prórroga y de penalti de Jorge Luque en El Sardinero (3-1, antes habían marcado Bolado, Kennedy y Edu Bedia). En el banquillo de ese Racing, por cierto, estaba Cisma, que no tuvo minutos esa noche de noviembre de 2010. En la siguiente ronda el sueño parecía poder prolongarse ante el Deportivo. En la ida –en plena vorágine de los compradores Gaucci, Pulvirenti y Lo Monaco- empate a uno (Pepe Díaz y Riki colaron) y en la vuelta el tanto de Arteaga en el 86’ decantaba una eliminatoria que finalmente decidió la manaza de Jonathan Sesma que provocó el primero de los tres goles –de penalti, claro- de Adrián López. Los otros dos llegaron en una prórroga en la que el Córdoba jugó con uno menos.

En el año de Paco Jémez (11-12) tras dejar fuera a Murcia y Huesca en las dos primeras rondas, tocaba repetir contra el Real Betis… y nuevamente los de Heliópolis hincaron las rodillas. En el encuentro de El Arcángel, 1-0 con diana postrera de su bestia negra Pepe Díaz; en el Villamarín, Borja García adelantó a los blanquiverdes antes de que Jorge Molina anotara por partida doble e hiciera del final del encuentro un sufrimiento. Hoy se cumplen exactamente cinco años de ese día.

En la siguiente ronda –dieciseisavos- el Espanyol se adelantó en un Arcángel a reventar la noche de Reyes con un gol de Sergio García, pero Borja y Caballero dieron la vuelta al marcador y dejaron la eliminatoria abierta para la vuelta. En Cornellá, en un partido espectacular, el Córdoba estuvo clasificado hasta el 88’, pero un postrero gol de Álvaro Vázquez (el tercero de su cuenta particular esa noche) hizo estériles los de Alberto Aguilar y Pepe Díaz.

La 12-13 fue la consagración del eslogan “La Copa Mola” gracias a las eliminaciones de Elche (1-0), Sabadell (0-1) y, sobre todo, la de la Real Sociedad, que cayó 2-0 en El Arcángel (marcaron Patiño y Rennella) y que no pudo pasar del empate a dos en Anoeta (Griezmann puso por delante a los txuri-urdin, pero Kiko Olivas y Dubarbier decantaron la eliminatoria antes de que Agirretxe pusiera el marcador definitivo). Esa temporada se sabía cuál iba a ser el enemigo en octavos, nada más y nada menos que el Barcelona, que vino a Córdoba un 12-12-2012 con Vilanova al frente para ganar en un partido memorable de fútbol con dos tantos de Messi a un buen Córdoba de Berges. En la vuelta el 10 de enero, el 5-0 (Alexis Sánchez (2), Villa (2) y Thiago) no empañó la fiesta de los cerca de dos mil cordobesistas desplazados hasta el Camp Nou.

Después de tres temporadas discretas en Copa -eliminados en una tanda de penaltis eterna por el Deportivo tras un empate a dos en la era Villa; apeados por el Granada a doble vuelta en el horrible año de Primera y descartados por el Lugo a las primeras de cambio en el duro comienzo de la era Oltra- este año el cordobesismo se ha reconciliado, después de cargarse a dos vecinos andaluces, con un torneo que regala emociones fuertes y, sobre todo, que aporta una recompensa inmediata al esfuerzo.