El adiós del gran Koki

Fran Carmona fue el encargado desde hace nueve años y hasta el domingo de dar vida en El Arcángel a Koki, la mascota de un Córdoba que ahora atraviesa uno de sus momentos más delicados en lustros. Carmona explicó este lunes en COPE que vivió ante el Rayo Vallecano, en su último encuentro, “un contraste de sensaciones grande. Me emociona un poco”.

Curiosamente su estreno fue también ante otro Rayo Vallecano el 13 de diciembre de 2008 –perdió el Córdoba 0-1- y en este margen ha bailado, robado toallas a porteros rivales, lanzado y detenido penaltis en el descanso, casado en un descanso con “Kokita” y hasta ha visto una tarjeta amarilla. Se la mostró Amoedo Chas en un Córdoba 4-Las Palmas 1 del 6 de junio de 2009 que supuso la permanencia del equipo entrenado por Luna Eslava: “vosotros me felicitáis ahora, pero el club me felicitó poco en ese momento, porque hubo multa para el equipo”, comentó en COPE con gracia.

De lo vivido dentro del peluche se queda “con muchos momentos. Con la gente que he conocido y experiencias miles: regulares, malas y muy buenas. Es un sentimiento que no se puede explicar mucho. Soy un aficionado más, pero lo intenté llevar de otro modo. Parecía que iba a ser cosa de meses y al final he estado nueve años llevando ese sentimiento en cada partido”.

Porque deja el peluche, pero no su pasión: “todo empezó en un entrenamiento al que entré con mi abuelo y él me contaba sus experiencias en Primera. Tenía siete u ocho años y ahí empezó ese hormigueo y hasta hoy”.

Ahora vivirá los encuentros “con mi hija de la mano y desde detrás de la portería de fondo norte y me dedicaré a animar de otra forma. Les dije ayer a los jugadores que he estado en las buenas, malas y regulares y seguiré detrás de esa portería para cuando me necesiten”.

En todo este margen, ¿ha sacado algo pecuniario Fran Carmona? “Más bien lo he perdido. Llevaba tiempo viviendo en Puente Genil, viajes a Córdoba, gasolina, días de lluvia, viento, llegar al estadio… el sufrimiento compensa. La gente me preguntaba… ¿dejas el trabajo? La gente creía que yo cobraba, y todo ha sido por sentimiento. Me quedo con muchos amigos, muchos jugadores y esa experiencia en Primera y me quedo con todo eso”.

Koki Carmona quiso enviar un último mensaje a la afición a la que pertenece: “animo a la gente desde aquí a que levante la cabeza, que no estén tristes ni desanimados, que todo pasa, y que vamos a volver a estar arriba y que somos nosotros los que tenemos que animar al equipo y llevarlo en volandas, sin criticar a quien estén ahora”.