Cuatro motivos para ser (moderadamente) optimistas

14 de diciembre de 2016 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

A pesar de la delicada situación clasificatoria, el Córdoba ha ofrecido algunos detalles para la esperanza desde la llegada de Luis Carrión hace dos semanas

Cuando un equipo preparado y casi conminado a luchar por ascender se encuentra en el puesto decimosexto de veintidós, a tres puntos del descenso, a cinco de los puestos de play-off y a ocho del ascenso directo, todo se tiende a ver –y es natural- desde el absoluto pesimismo. Si además persiste la aparente cerrazón de quienes pueden revertir la situación a la hora de reforzar la plantilla, la tristeza deviene en irritación.

Pero el Córdoba ha ofrecido en las dos últimas semanas –es decir, desde que asumió el cargo Luis Carrión- algunos atisbos de luz que se plasmaron en dos triunfos y una derrota.

-La aparición de sangre nueva sobre el campo: Carrión ha sido fiel a la palabra que dio en su primera intervención como técnico del primer equipo y le ha dado minutos a futbolistas del Córdoba B, incluso convirtiendo a Javi Galán en indiscutible. El concurso del pacense, junto con el de otros como Esteve o Traoré (más otros que pueden llegar como Pablo Vázquez, Soler o Víctor Mena) ha inyectado bríos a un equipo que parecía extenuado mentalmente en los últimos dos meses. Además, esta misma semana tanto Esteve como Galán como el arquero Marc Vito han ampliado sus contratos hasta 2020.

-Un nuevo estilo, definido: el técnico catalán también advirtió en su primera comparecencia que deseaba ser protagonista y defender con balón. Eran gruesas palabras teniendo en cuenta la situación del equipo, pero en los tres choques del nuevo Córdoba de Carrión los blanquiverdes han sido capaces de manejar el partido con su 4-1-4-1 durante tramos más o menos largos y nunca han renunciado a jugar la pelota a ras de verde. Gustará más o menos este estilo, pero al menos está claramente definido y es reconocible.

-Jugadores que no se esconden: aunque compromiso nunca ha faltado en esta plantilla, quizás por la llegada de un nuevo adiestrador se ha detectado un mayor grado de intensidad durante los encuentros a la hora de mostrarse en determinados futbolistas que estaban algo más tímidos durante los últimos meses de competición. Mientras les da la gasolina mental y física, los peloteros cordobesistas están peleando por tener protagonismo en el campo.

-Un Kieszek colosal: en Reus especialmente, el polaco demostró que es uno de los mejores guardametas de la categoría. Una buena parte de la victoria en el Municipal reusense fue culpa de sus reflejos y velocidad en la portería. Está para parar y está parando, para tristeza de otro portero como Razak que demostró frente al Málaga que también puede cumplir si la situación lo demanda.

Son cuatro motivos para, si no sonreír, sí pensar en que el Córdoba podría hacerlo si –como parece obligado- su defensa mejora y se invierte en el mercado invernal. De lo contrario, todo lo expuesto puede ser simplemente la base de un castillo de naipes.