Cuando parece que sí, pero no

5 de marzo de 2017 | Liga 1,2,3 | Rafa Cobos

Contracrónica del Nàstic - Córdoba

Tanto para nada

81 minutos en inferioridad (contando descuentos). 81 minutos peleando cada balón al límite. 81 minutos siendo mejor que el rival. 81 minutos para acabar perdiendo de la peor manera posible. Esto es lo que tiene el fútbol: lo que unas veces te da, otras veces te quita. Traduzco para los desmemoriados: el gol de Manu Barreiro, por el de Alfaro. Sí, esto no lo hace menos doloroso, pero ayuda a pensar que en otra ocasión caerá la moneda de cara. Además, jugando así, la salvación está asegurada.

Helenio Herrera dixit

“Se juega mejor con diez que con once”. A veces, sorprendentemente, es así. El Córdoba jugó la mejor segunda parte que se recuerda, y estaba con uno menos. La explicación más probable es que una expulsión te obliga a correr más, a luchar más, a juntarse más, a querer más; la otra que se me ocurre obedece a la magia de este deporte. Pese a todo, no se debe pasar por alto cómo se llegó a esa situación. Ay, Pedro…

¿Qué haces, Pedro?

Vaya por delante que el arbitraje dejó mucho que desear, por no decir que fue lamentable (¿Por qué no acabó Emaná expulsado!). Sin embargo, eso no debe hacer olvidar la niñería de Pedro Ríos. Parece mentira que un jugador con su experiencia haga algo semejante. Innecesario e incomprensible. Dar un codazo así, sin venir a cuento, da para cárcel. ¿Que el linier podría haber estado mirado para otro lado? Pues sí, pero si te pillan, debes acarrear con las consecuencias. Alguien debería hablar seriamente con él.

La defensa y tal

El Córdoba jugó ante el Nàstic con dos centrocampistas como centrales y un central como lateral derecho; en total, tres jugadores fuera de su posición: Luso, Edu Ramos y Caro. Encima, el único central puro que hay actualmente en la plantilla tuvo que abandonar el partido antes de los primeros diez minutos, y en el banquillo no había alternativas. ¿Dónde está el que pensó que no era necesario reforzarse atrás porque se iba sobrado? Pues eso.