Blanca (y verde) Navidad

¡Al turrón!

Galán y Borja velaron por la salud de todos los aficionados: el Córdoba ganó, el turrón no se indigestará. Bueno, para ser honestos, Pawel también puso su granito de arena como casi siempre. La puntería (ya era hora) fue vital para que se sufriese menos de lo esperado. Tres puntos más, tres puntos menos. Ahora, a esperar los regalos de los Reyes Magos.

Asturias, tierra de remontadas

Es oler a fabes y al jugador cordobesista se le dibuja una sonrisa en la cara. No sé qué tendrá esa tierra, pero últimamente no hay quien le tosa al Córdoba allí. En 2014 fue Gijón; ojalá este año sea Oviedo. Hay que dejarse de pegos y jugar todos los partidos allí, el ascenso estaría asegurado.

Galán es increíble

¡Qué jugador! Defiende, ataca, lucha, corre… y, encima, mete goles. Ante el Oviedo, fue el encargado de abrir la lata en un partido que se avecinaba tremendamente duro. Nadie está más en forma que el canterano en estos momentos, cada partido juega mejor. Todo lo bueno que le pase es poco.

¿Suerte? No creo

Borja Domínguez, que con Carrión ha pasado de inexistente a importantísimo, hizo el segundo, el que aportaba “tranquilidad”; sí, entre comillas, en Segunda División es imposible estar tranquilo. Su disparo lo desvió un defensa y entró llorando, igual que el de Pedro ante el Sporting hace dos años, ¿casualidad?. Hay quien habló de suerte, pero la suerte hay que buscarla; si no tiras, difícilmente podrás marcar.

Cordobeses por el mundo

Además de Nando y su discreto paso por Córdoba, otro ex esperaba en Oviedo: Fernández volvía a cruzarse en el camino del equipo de su vida. Una vez más, el único cordobés en el campo jugaba en el equipo de enfrente. Buen lateral, gran cordobesista y mejor pintor: mi caja fuerte, proyecto para la asignatura de Tecnología en el instituto, puede dar fe de ello.