Alfaro, el hombre de los gol-partita

Alejandro Alfaro no está pasando una temporada sencilla, especialmente desde el relevo en el banquillo. Hasta la llegada de Carrión el onubense era casi un fijo en las alineaciones, pero desde el último choque que dirigiera Oltra (el 1-3 ante el Getafe) no ha vuelto a ser titular salvo en el choque de ida de octavos de Copa ante el Alcorcón. De hecho, en varios encuentros ni siquiera ha sido elegido entre los dieciocho convocados.

En los 17 partidos en los que hasta la fecha ha dispuesto de minutos, Alfaro ha tenido tiempo para colar tres goles… que han valido nueve puntos en tres envites que terminaron con idéntico marcador (1-0 para el Córdoba). La primera diana se la metió al Tenerife  -el equipo en el que más brillara como profesional- en la primera jornada de Liga al remachar un saque de esquina mientras que la segunda y la tercera fueron al mismo rival y de idéntica factura. El Alcorcón no va a olvidar la aportación de este futbolista durante la 16-17.

El futbolista compartió su alegría en zona mixta: “ojalá se me dieran más equipos tan bien como el Alcorcón. Lo más importante es que los goles valgan para algo. Hoy sirvió para romper esa dinámica tan mala”. Porque, reconoció Alfaro “llevábamos mucho tiempo buscando el triunfo y el equipo ha sufrido mucho durante este tiempo y estoy muy contento por marcar este gol”.

Confesó igualmente el atacante que “no estaba participando mucho ni teniendo oportunidades para el míster y antes de salir hoy (por el sábado) me pidió que marcara un gol… y lo he hecho”.

Quería hablar ya en pasado Alfaro al asegurar que “estaba pesando la situación, el equipo lo necesitaba tanto individualmente como colectivamente para que no se nos escapen puntos de casa”.

Al mismo tiempo, catalogó de “importantísimo” el partido ante el Nàstic para “escapar de abajo que es la pelea en la que estamos metidos. En el tramo final no hay partidos sencillos porque todos los equipos luchan por sus respectivos objetivos”

Por cierto, el primer gol se lo dedicó a su hija que estaba por nacer y por eso se guardó la pelota debajo de la camiseta y el del sábado se lo dedicó a su hija ya nacida.