A la décima va la vencida

Por fin

Ya era hora. A pesar de cómo se presentaba el partido, el Córdoba supo dar la cara y volvió a ganar diez partidos después. Es cierto que un Málaga inoperante, que quiso ganar el partido sin bajarse del autobús, ayudó bastante; pero los blanquiverdes demostraron que querían hacer olvidar los últimos partidos. Y pudieron.

Buena imagen

Entrenador nuevo, victoria segura. La Copa ha servido para ver cómo va a intentar Carrión retomar el vuelto. Este nuevo Córdoba parece que quiere sacar el balón jugado, pese a los microinfartos en la grada, y que quiere mandar. De momento, gusta; ojalá no sea un mero espejismo.

El filial pide paso

Galán, pletórico; Moha, revulsivo; Esteve, cumplidor. Los chavales del filial mostraron sus credenciales y llamaron tan fuerte a la puerta que la arrancaron de cuajo. Nadie mejor que Carrión para darles una oportunidad, esperemos que no sea la última. Savia nueva.

Rodrigol

En el momento que recibió de Edu Ramos, Rodri sabía que solo había dos salidas: o salir a hombros, o salir apedreado. Con más suspense del deseado (recordó al de Villa a Chile), el delantero puso fin a su sequía. Pudo habérsela dado a Moha, pero le habían quedado tan bonitos los recortes que no podía desperdiciarlo.

Latigazo de Borja

El golpeo perfecto. Difícilmente Borja podría haber enganchado mejor ese balón servido por Moha. Fue un golazo terrible, pero la jugada del delantero del filial es para ponérsela en bucle y disfrutar cada zancada. ¡Qué barbaridad! Con gente así, con esas ganas y esa entrega, pagaba en todos los partidos.