142 días sin ganar a domicilio
8 de mayo de 2017 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz
Los errores defensivos y la falta de contundencia en ataque lastran a un Córdoba que lleva desde septiembre sin dejar la portería a cero en Liga lejos de El Arcángel
Más de cuatro meses. 142 días en total lleva el Córdoba sin regresar de un desplazamiento liguero con una victoria en su zurrón. Sucedió el 17 de diciembre de 2016 en el Tartiere de Oviedo. Allí, un buen gol de Javi Galán y un churro de Borja Domínguez –que luego terminaría jugando para el conjunto asturiano- adelantaron a un equipo que terminaría sufriendo –como siempre- por un tanto en el 88’ de Linares. Desde entonces, y si excluimos el 3-4 de La Rosaleda en Copa, van siete salidas ligueras (descartando el 0-0 de Alcorcón también Copa) en las que únicamente ha habido sinsabores de muy diversa índole.
Derrotas sin paliativos como las registradas ante Girona, Tenerife, Levante y Getafe; partidos igualados con infortunios variados como en Lugo o Tarragona y hasta otro en el que haciendo más que el rival se perdió –Sevilla Atlético-. En Mallorca y ante el penúltimo clasificado fue el Córdoba capaz de rascar su único punto como visitante en 2017. Un 1-1 sufrido y que tuvo como principal estrella al mejor jugador del equipo en lo que va de torneo: su portero Pawel Kieszek.
¿Por qué no gana el Córdoba fuera? Es una pregunta con muchas respuestas, pero que se puede razonar desde los datos. En primer lugar, porque es incapaz de no encajar. El único equipo que no consiguió batir la meta blanquiverde fue el Alcorcón, que es el menos goleador de la categoría y fue en un encuentro de Copa que –al final- no sirvió absolutamente de nada. El conjunto cordobesista lleva sin mantener su portería a cero fuera de El Arcángel en Liga desde el 20 de septiembre y, precisamente, ante el mismo rival: el Alcorcón.
Pero lo de encajar muchos goles viene de lejos. Ya el año pasado el entramado defensivo de Oltra sufría ante casi cualquier rival, pero entonces surgían salvadores con veneno en las botas como Fidel, Xisco, Andone o incluso Raúl de Tomás (algunos ya echan de menos hasta al canterano madridista). En la jornada 35 de la 15-16 el Córdoba había encajado tres goles más que en la presente (49 por 46), pero había sido capaz de anotar 19 dianas más (51-32). Una diferencia demoledora que deja bien a las claras que mientras en una faceta no se ha mejorado en absoluto en la otra se ha empeorado notablemente.
Quedan dos salidas más en esta dura temporada. El Córdoba tendrá que litigar ante el Cádiz, que pelea por entrar en play-off, y luego frente al Rayo, que está trabajándose la permanencia. Es casi imperioso que en alguna de esas dos contiendas rasque puntos. De lo contrario, su terrible sequía como visitante le puede costar incluso la categoría.