1-2. Ejercicio de fe e intensidad

4 de diciembre de 2016 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz

Pegada, concentración, orden, fe y un enorme Kieszek permiten al Córdoba sumar una victoria importantísima en el complicado campo del Reus

El Córdoba consiguió un importantísimo y sufrido triunfo en el Municipal de Reus merced a un ejercicio de intensidad, pegada, orden… y al acierto en la portería de un inspirado Kieszek. El sufrimiento final de los de Carrión en un campo donde únicamente había ganado el Levante tuvo una recompensa preciosa en forma de tres puntos de oro.

Luis Carrión no mantuvo el 4-1-4-1 de Copa, pero sí a varios de los protagonistas de la victoria ante el Málaga. De atrás hacia adelante, Héctor Rodas le arrebató la titularidad a Caro mientras que Borja Domínguez se la quitaba a Alfaro en el doble pivote (Luso no podía jugar por sanción y su lugar lo ocupó Edu Ramos). La otra novedad estuvo en el costado izquierdo de la zona de mediapuntas, donde Javi Galán sentó a Bergdich. Por su parte, Natxo González colocó finalmente a Babic al lado de Atienza en el centro de su defensa y a Chrisantus en ataque por delante de Fran Carbiá. El ex cordobesista López Garai aportaba la solidez a un doble pivote que debía dirigir Ramón Folch.

No pudo empezar mejor el encuentro el equipo cordobesista. Decidido y ambicioso, aprovechó un error de concentración de los rojinegros para plantarse a base de toque en la frontal, donde Guille Donoso probó a Edgar Badía y el rechazo del arquero barcelonés lo empuja a la red Juli muy oportuno. Una gran puesta en escena premiaba la ambición y el empuje. Dos minutos habían pasado.

El Reus trató de superar el mazazo inicial, pero el Córdoba siempre estaba bien posicionado. Cuando la pelota llegaba a los centrales, Edu Ramos se incrustaba para ayudar a gestionar con criterio la salida. Mientras era el Reus quien la controlaba, tanto el malagueño como un Borja mucho más sacrificado y un Javi Galán que estaba en todas partes, hacían el campo pequeño a los catalanes. Apenas un remate de Atienza de cabeza en los primeros 25 minutos, un bagaje muy escaso si se tiene en cuenta que la segunda oportunidad más clara de peligro del encuentro fue de los blanquiverdes, con un disparo desde la izquierda de Rodri que tuvo que despejar con apuros Badía.

En el 28’ llegó la primera oportunidad para los resusenses en un pase interior que recogió David Haro quien, a la media vuelta, probó a un muy seguro Kieszek.

El Córdoba parecía mucho más concentrado que un rival que resbalaba continuamente sobre el césped y que no encontraba la conexión Folch-Carbiá que tantos puntos les ha otorgado. Un actor secundario, David Haro, era su futbolista más peligroso aunque fue Chrisantus quien dispuso de la ocasión más clara con un remate de cabeza picado en el 40’ que volvió a salvar con una gran mano el arquero polaco. Por el Córdoba fue Javi Galán poco antes quien probó a Edgar Badía con un chut tras un buen eslalon.

Así se llegó al descanso. Buenas sensaciones por la predisposición al trabajo, el orden y el criterio con el balón en los pies.

Tras la reanudación, la tónica no parecía cambiar. Un contragolpe culminado por Juli avisó a los locales que, si seguían subiendo con tanta alegría por los costados, podrían tener problemas a su espalda. Carrión movió fichas para reforzar esa idea: quitó a Guille Donoso para colocar en su lugar a Esteve Monterde –quien debutaba en el fútbol profesional- y darle así todo el costado diestro del ataque a Juli.

El plan seguía funcionando, porque el Córdoba movía la pelota con un criterio no visto esta temporada. Una gran jugada de todo el ataque blanquiverde terminaba con una asistencia sensacional de Javi Galán a Rodri que era culminada con contundencia y seguridad el soriano. Un 0-2 que ni los cordobesistas presentes en el Municipal terminaban de creerse.

El gol supuso una pesadísima losa –definitiva, de hecho- para los catalanes. Natxo González lo intentó con Querol y Jorge Díaz, pero estaba claro que no era su tarde porque incluso tuvo Babic una oportunidad clarísima de cabeza que envió mansamente a las manos de un Kieszek que tuvo menos trabajo en el segundo acto que en el primero.

De hecho, el Córdoba pudo haber ahondado en la herida en un contragolpe que culminó con un lanzamiento centrado Rodri. Los últimos minutos se complicaron porque el Reus obtuvo la recompensa a su insistencia cuando en un saque de esquina Babic remató impecablemente esta vez el bosnio. El Municipal –un campo muy caliente- se terminó de encender buscando el empate y entonces volvió a aparecer Kieszek para meter una pierna impresionante a remate de Edgar Hernández. El Córdoba gestionó bien el rato de infarto y tensión final –a lo que contribuyó la experiencia de Rodri, Alfaro y Pedro Ríos- y logró un triunfo vital para confirmar la mejoría del equipo y romper una racha de nueve semanas sin ganar en Liga. Ya pinta mucho mejor.

REUS DEPORTIU Edgar Badía; Benito, Babic, Atienza, Ángel; López Garai, Folch; David Haro (Jorge Díaz, 69’), Miramón, Fran Carbiá (Querol, 69’); Chrisantus (Edgar Hernández,82’).

CÓRDOBA C.F. Kieszek; Antoñito, Héctor Rodas, Bijimine, Domingo Cisma; Borja Domínguez (Alfaro, 67’), Edu Ramos; Guille Donoso (Esteve, 50’), Juli (Pedro Ríos, 84’), Javi Galán; Rodri.

GOLES: 0-1, Juli (2’); 0-2, Rodri (59’); 1-2, Babic, 83’.

ÁRBITRO: Pulido Santana (Comité Canario). Amarillas a los visitantes Domingo Cisma (35’) y Antoñito (48’).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 17ª de la Liga 1,2,3 celebrado en el Municipal de Reus ante unos 4.000 espectadores.


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