1-0. Último suspiro de oro

El Córdoba se impuso de manera agónica al Alcorcón en un choque tenso y de escaso brillo en el que los locales fueron más ambiciosos que un romo Alcorcón. La fe de los blanquiverdes tuvo su premio en el último lance del choque, en lo que supuso algo más que un triunfo.

Carrión se mantuvo firme en sus decisiones de la anterior jornada. Razak repitió en la portería mientras que Rodri se consolidó como nueve dejando en el banquillo a Piovaccari. La ausencia de Antoñito en el costado diestro fue cubierta por Pedro Ríos mientras que Aguza regresó al once en detrimento de Carlos Caballero. Lo que no cambió fue el planteamiento: línea de tres centrales con Bíttolo de carrilero zurdo y Pedro Ríos en el costado diestro.

Velázquez, por su parte, dispuso de inicio a Bakic en lugar de Pablo Pérez y mantuvo en punta a su gran amenaza, David Rodríguez.

El Córdoba dispuso de su primera ocasión en el minuto 7, gracias a una falta que lanzó Javi Lara, cabeceó Héctor Rodas y despejó casi en la misma línea de gol David Navarro. Hubo un par de acciones de peligro para los blanquiverdes en las botas de Pedro Ríos y Rodri antes de que Víctor Pérez avisara a Razak con un disparo de media distancia.

El partido se estabilizó durante unos veinte minutos en los que la presión alta de ambos y las imprecisiones de los futbolistas de más calidad hacían que apenas se vieran dos-tres pases seguidos. Las protestas de los aficionados no cesaron hasta que Rodri Ríos intentara batir a Dmitrovic en un disparo desde el centro del campo que se estrelló en el larguero de la meta del Alcorcón justo antes del descanso.

Tras la reanudación, el Córdoba empezó ligeramente mejor pero sin generar algo más que incertidumbre por las imprecisiones de sus hombres de los últimos tres cuartos de campo. Para paliarlo, Carrión quitó a Edu Ramos para colocar en su lugar a Piovaccari, pasando así a un 3-1-4-2. Por su parte, el Alcorcón acumulaba contrariedades en forma de lesiones: primero la de su portero Dmitrovic y luego la de Bakic.

Carrión terminó de agotar sus cartuchos con la entrada de Alfaro por Rodri –que fue despedido con una sonora pitada por la grada de El Arcángel-, pero el equipo seguía sin carburar. Al margen de un chut del onubense, poco más se vio de brilló en la parcela ofensiva en ese tramo ante un Alcorcón que se parapetó confiando en su zaga.

En el 78’ Cisma vio una amarilla por golpear levemente a Ivi y apenas dos minutos después, todavía caliente, vio la segunda al mismo tiempo que Kadir. Ambos equipos iban a terminar el encuentro con diez jugadores.

El encuentro transcurría hacia el empate cuando en la última acción –ya en tiempo de descuento- un centro al área de Bergdich fue controlado por Piovaccari, que remató para que Dani Jiménez enviara al palo y, en línea de gol prácticamente, Alejandro Alfaro enviara al fondo de las mallas el gol que rompía un maleficio que duraba seis meses.

No fue el mejor de los partidos, probablemente fue uno más de la mala racha de los blanquiverdes, pero el Córdoba salió de descenso de momento. Que ya es mucho.

CÓRDOBA: Razak; Pedro Ríos, Caro, Héctor Rodas, Cisma, Bíttolo; Aguza, Edu Ramos (Piovaccari, 62’), Javi Lara, Juli; Rodri (Alfaro, 74’).

ALCORCÓN: Dmitrovic (Dani Jiménez, 56’); Nelson, David Navarro, Owona, Bellvís; Toribio, Bakic (Kadir, 70’), Víctor Pérez, Ivi, Óscar Plano (Martín Luque, 60’) y David Rodríguez.

GOL: 1-0, 92’ Alfaro.

ÁRBITRO: Pulido Santana (canario). Amarillas a Héctor Rodas y por partida doble para Cisma por los locales y a Kadir por los visitantes.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 27ª jornada de Liga 1,2,3 disputado en el estadio de El Arcángel. Unos 11.000 espectadores.