¿Cómo se forja un ascenso?
19 de junio de 2017 | Liga 1,2,3 | Toni Cruz
Levante y Girona confeccionaron plantillas equilibradas el verano pasado y coparon prácticamente durante toda la temporada los puestos de ascenso a Primera
Más allá de la consabida frase de “el secreto está en el trabajo”, está claro que para lograr el ascenso –el objetivo nuevamente marcado por el Córdoba C.F. para la 17-18- es preciso un concienzudo ejercicio de observación del mercado y una rápida acción para hacerse con los jugadores deseados (e invertir, claro).
Los dos que ya han conquistado su plaza de Primera –Levante y Girona- no han subido por casualidad. Los levantinistas comenzaron a trabajar en mayo nombrando a Tito Blanco como director deportivo y Carmelo del Pozo como secretario técnico. Debían suplir a Manolo Salvador, quien dejó su puesto tras el descenso, y confeccionar una plantilla competitiva para recuperar la categoría. Y a fe que lo hicieron. Primero renovaron a Roger y Jason, que quedaban libres, y luego ficharon a Muñiz para que llevara las riendas del equipo desde el banco. A partir de ahí, diseñaron un grupo a medida del asturiano: Campaña, Natxo Insa, Chema, Postigo, Raúl Fernández, Espinosa y Rober Pier. De paso, prescindió a base de cesiones de jugadores como Camarasa o Deyverson que ahora podrá recuperar en Primera. Ese cóctel le ha hecho ser el mejor campeón de los últimos años y ascender prácticamente en marzo. Con seguridad defensiva, un centro del campo que mezcla fuerza y calidad y la pegada del mejor goleador de la categoría bastaron.
Más mérito si cabe ha tenido lo del Girona. Tras tres intentos frustrados a cual más traumáticos, el empeño de los rojiblancos ha sido encomiable. Machín contó –gracias al trabajo de Quique Cárcel, el Director Deportivo- para la pasada temporada con seis cedidos que tendrán que regresar a sus respectivos equipos –Mojica, Marí, Maffeo, Cifu, Cámara y Longo- mientras que configuró un núcleo duro con varios futbolistas con contratos de larga duración: los defensas Ramalho, Kiko Olivas, Pedro Alcalá, Juanpe, Coris y Aday, así como los centrocampistas Borja García y Portu. Para completar la plantilla contó con varios jugadores con contratos que expirarán en 2018 (los porteros Bono y René, los centrocampistas Eloi Amagat, Pere Pons, Rubén Alcaraz, Álex Granell y los delanteros Fran Sandaza y Cristian Herrera). Un grupo competitivo, comprometido y que conocía perfectamente el 3-5-2 que gusta disponer Machín.
En suma, dos proyectos realizados desde la ambición y el criterio. Dos que bien podrían servir de ejemplo, salvando las distancias, para el plan de ascenso del Córdoba que quiere forjarse durante este verano.