Gunino, Arturo, Juan Carlos, Luso, Bouzón, Uli… son algunos de los jugadores del Córdoba que no saben realmente lo que es jugar en el Arcángel, delante de esta afición que está deseosa de hablar.
Esta temporada, El Arcángel se ha manifestado en forma de expectación, a la espera de que en determinados partidos, viendo la mediocridad de esta Segunda División, el Córdoba diera un golpe sobre la mesa. Cosa que nunca pasó. También ha estado presente en la grada el miedo a descender, la indignación e incluso la indiferencia. Claro ejemplo de esto fueron los apenas dos mil aficionados que hubo ante el Murcia, partido donde el presidente puso el medio día del club.
Somos una afición de Primera, y estamos esperando el momento de explotar, tal y como ya se hizo en partidos claves para entrar en los Play Off hace dos temporadas, en las eliminatorias de la Copa del Rey, o cuando se trasladó a Los Cármenes o al Nuevo Colombino para no dejar solo a sus jugadores, ya sean del primer equipo o del filial.
Este año ha sido una temporada tan inestable e irregular que no nos hemos podido meter en el papel. Pero aun nos queda la última palabra. No hacemos un juego atractivo, ni damos miedo y ni siquiera sabemos cual es nuestro once de gala. Pero una cosa está clara, y es que a día de hoy, no se sabe muy bien como, estamos ahí, en la pomada a falta de cinco partidos. Sin saber como ha venido, lo tenemos muy cerca, tanto, que ni nos lo creemos.
Este domingo se debe volver a entonar el cántico “Esta es tu hinchada” más alto que nunca. “Volveremos a ascender” tiene que levantar a todo el estadio. Ahora sí es nuestro momento, quedan tres finales en casa, en nuestro Reino y tenemos que ser el mejor Arcángel, esa afición deseosa de ver triunfar al equipo de su ciudad, tenemos que ser nosotros una vez más.