Afincado en Lucena, el alma de futbolista le augura un futuro prometedor, comenzó su trayectoria fuera de casa como jugador de La Carlota, en la Primera Andaluza Grupo 2. Antonio Calzado, defensa central que con solo 25 años ya sabe lo que es jugar en la Segunda División Islandesa, conseguir un ascenso a Primera División con el United Victory de las Islas Maldivas y ser convocado por el primer equipo del Lucena CF cuando jugaba en los juveniles. En la temporada 14/15 probó fortuna en el Antequera CF, se trasladó a las Islas Maldivas para jugar en la Segunda División. En septiembre de la 15/16 volvió al Lucena CF donde el equipo liderado por Rafael Carrillo "Falete" desapareció en diciembre de dicho año tras varios años de historia en Tercera División y Segunda División B. El Ecija Balompie fue el siguiente destino del elisano, donde tuvo la oportunidad de desenvolverse en Tercera División. La temporada pasada puso rumbo a Islandia para jugar en el UMF Leiknir donde coincidió con jugadores españoles; Omar Ruiz, Nacho Poveda, Adrian Murcia y Jesus Suárez, entre otros. A principios de la temporada pasada, el CD Torrevieja se hizo con los derechos del central, equipo con el que ha jugado esta temporada en el grupo VI de la Tercera División. Actualmente, la UD Barbadas, equipo gallego del Grupo I será el destino del zaguero en la temporada 17/18.
Con tan solo 25 años has tenido la oportunidad de jugar en otras ligas, ¿qué diferencias has notado en los equipos donde has jugado con respecto a España?
He tenido la oportunidad de hacer lo que más me gusta cruzando las fronteras de nuestro país y me siento un afortunado por ello. En cada país se concibe el fútbol de distinta forma y ves diferencias notables con el fútbol español. En España gozamos de un fútbol técnico y de calidad, en Maldivas es un fútbol intenso y donde la resistencia física en aquellas condiciones climatológicas y la velocidad resalta por encima de la calidad. En cambio, en Islandia se ve un fútbol físico donde los jugadores nórdicos destacan por su envergadura y juego duro.
Esta temporada tan lejos de tu tierra, supongo que de la situación del Ciudad de Lucena estabas al tanto, el Ecija Balompie, otro ex equipo tuyo fue el causante de esa hazaña, ¿contento por ambos ascensos?
Por supuesto, no puedo olvidar nunca mi pasado y tanto Ciudad de Lucena como Ecija Balompié son mis ex equipos. Ecija se merecía el ascenso por su gente, su manera de vivir el fútbol, el sentimiento y, por supuesto, el vestuario que tiene, es una familia. Lucena merecía también el ascenso de categoría porque tiene un proyecto y una afición de otra categoría. Yo, como lucentino que soy, sigo y seguiré al equipo de mi pueblo siempre. A ambos clubes le tengo un cariño especial por haber jugado anteriormente defendiendo su escudo y me alegré muchísimo el día del ascenso.
¿Contactaste con tus ex compañeros de equipo tanto en Ecija como en Lucena para darles la enhorabuena?
Guardo amistad con muchos compañeros, técnicos y directivos de ambos clubes y contacté con ellos para dar la enhorabuena en lo que ha sido un año histórico para ambos clubes.
En España has jugado en el Grupo VI (Torrevieja), Grupo X (Ecija Balompie), Grupo X (Lucena CF), Grupo IX (Antequera CF) todos en Tercera División, el año próximo jugaras en el UD Barbadas, Grupo I de Tercera, ¿te gustaría volver a Andalucía para jugar, quién sabe, con el Lucena o Ecija en Segunda B o Segunda A, respectivamente?
Como he dicho anteriormente, no puedo negar nunca mis raíces. Écija la consideraré siempre mi casa por el trato que recibí estando allí, por el ambiente que se vive de fútbol en esa ciudad, por la gente y la afición que siempre está con los suyos y, también, por el grupo humano que hay en esa plantilla. Y, como lucentino de pura cepa, me encantaría volver algún día a vestir la camiseta de mi pueblo, Lucena. Yo pienso que para cualquier futbolista es un honor defender el escudo de su ciudad ante su afición.
¿Qué recuerdos te llevas de tu estancia en las Islas Maldivas e Islandia?
Pues, por suerte, yo soy una persona muy positiva y siempre me quedo con los recuerdos buenos de cada experiencia. De Maldivas me quedó con los paisajes exóticos que pude tener la oportunidad de ver, sus playas, la manera de vivir el fútbol que tienen en ese país tan inhóspito, la gente que, a pesar de ser muy distinta por la cultura y tal, nos trataban como auténticos reyes y, por supuesto, con el título de liga y el ascenso a la Dhivehi League (Primera división del país). De Islandia me quedo también con sus paisajes verdes y montañosos, con su gente y su cultura, ya que son muy respetuosos y gentiles, con su manera de ver el fútbol desde el perfil fisico y táctico y, como no, con la salvación conseguida en la última jornada ganando y haciendo historia para un club humilde y trabajador como es el UMF Leiknir.