A la décima fue la vencida

Diez jornadas sin conseguir la victoria era demasiado para un Espeleño que, aunque no estaba haciendo las cosas del todo mal, no tenía esa suerte necesaria para desnivelar los partidos a su favor. Como bien señaló Rafa Navarro tras el duelo ante los recreativistas, “el partido para nosotros era una final por el rival que era”, ya que el Recreativo de Huelva es el antepenúltimo, el rival que marca el descenso, “y dejarlo a 15 puntos era muy importante para volver a tener tranquilidad”.

El técnico del Espeleño, preguntado por la imagen de su equipo sobre el terreno de juego, reconoció que “no hicimos buen partido”; sin embargo, haber podido sumar de nuevo tres puntos supone una inyección de moral para los de Espiel y deja la sensación de “habernos quitado un peso de encima”. Así pues, Germán fue el encargado de liberar a los suyos y demostrar que no se habían olvidado de cómo se gana en esta categoría.

Ahora, tras romper la dinámica negativa en la que el Espeleño se había visto inmerso, es el momento de buscar una buena racha en los próximos partidos que permita poner aún más tierra de por medio con el descenso y acercarse de nuevo a la zona privilegiada de la clasificación. Si bien es cierto que la semana que viene tocará visitar el campo del colista, San Roque de Lepe, el mes de febrero traerá consigo tres de cuatro partidos en casa que marcarán el devenir del conjunto rojillo para lo que resta de liga: Arcos, Utrera y Los Barrios.