Peligrosa la situación que vive el Aquasierra, un histórico del fútbol sala cordobés, que no vive su mejor momento, como lo demuestra el hecho de que lleve varias jornadas en puestos de descenso, y apenas acumule tres victorias en el presente campeonato. El pasado fin de semana los de Macario caían por 5-1 ante el Alchoyano, y ya tienen la permanencia a cinco puntos. La única nota positiva que se atisba en el horizonte es la jornada de descanso del próximo fin de semana, en la que sumarán los tres puntos correspondientes al partido que tendrían que haber disputado ante el retirado La Puebla. Este empujón debe servir de revulsivo para el último tramo liguero, donde el equipo formado por la unión de Aquasierra y Adecor deberá luchar por mantener la categoría. Tampoco van bien las cosas por Pozoblanco, donde el equipo acumula una sola victoria en las últimas nueve jornadas. Tras el concluyente triunfo de la semana pasada, el equipo de Alfonso Ortiz volvía a caer por 4-2 ante el Carmonense, si bien mantiene un colchón de siete puntos respecto a los puestos de descenso. Los pozoalbenses jugarán la próxima jornada en casa, ante el Dos Hermanas.
Algo mejor van las cosas en el grupo XVIII, donde solo el Apaga y Vámonos parece estar dando la talla, la pasada jornada superaba por 4-1, lo que le sirve para mantenerse en la zona media de la clasificación. Posición más comprometida tiene el Espejo, que salía derrotado por 6-1 de la cancha del líder, el Villa de Fines, si bien todavía mantiene un colchón de cuatro puntos respecto a los puestos de descenso. La próxima semana los espejeños reciben al Desierto de Tabernas, en tanto que los mencianos jugarán en casa ante el Alhaurín, un rival directo del Espejo en la lucha por la permanencia.