1-2. El Córdoba B, a Tercera

A Tercera División. Y de la forma más cruel y triste. El Córdoba B cayó en el Ciudad de Lucena por 1-2 y dijo adiós, dos años después, a la categoría de bronce. Un inverosímil final de partido bañado por la polémica arbitral dio al traste con las esperanzas califales. El B, muchos minutos del domingo fuera de los puestos de descenso, llegó al minuto 92 con 1-0 en el luminoso. Dicho marcador situaba a los de José María García en el puesto de play-out. Pero un gol del Mérida en el tiempo de prolongación –seis minutos, por cierto- desencadenó todo.

Con el empate, ambos equipos estaban abocados al descenso, de ahí que los ribereños echaran el todo por el todo. Sebas Moyano, en el 94’, atinó con la portería emeritense, si bien Fernández Vidal, a instancias de su asistente, invalidó el tanto, completamente legal, por posición antirreglamentaria. Y luego lo dio por válido para, finalmente, anularlo. Lío gordo. Pero ahí no quedó todo. En el 101’, Marcos Lavín fue expulsado por derribar a un jugador del Mérida en el borde del área. Con los tres cambios hechos, Esteve se colocó bajo palos. El catalán poco pudo hacer ante el lanzamiento de Kike Pina. Delirio para unos –los extremeños jugarán la promoción de descenso- y desolación para otros.

Con el pitido final, la Policía Nacional tuvo que proteger al árbitro valenciano, acosado por varios integrantes del filial. Muy feas las imágenes de Quiles, Soler, Jankovic y algún integrante del banquillo acercándose de manera inaceptable al colegiado. Más de uno, como el onubense, pidió disculpas en redes sociales. Igual de desagradable fue el incidente protagonizado por un soberbio y chulesco Felipe Ramos, meta visitante, y algún que otro jugador del B, entre ellos Graví. Negra despedida de la categoría de bronce.

En lo meramente deportivo, la primera mitad no deparó nada que no imaginásemos. Nervios, imprecisiones y pocas ocasiones de gol en un Ciudad de Lucena que, como era de esperar, presentó la mejor entrada de la temporada, con un millar de espectadores en la grada, más de la mitad de ellos procedentes de tierras extremeñas.

Pese al mayor oficio de los de Nafti, el B no desentonó en un primer acto con alternancia en el juego. Quiles, en el 13’, tuvo la primer ocasión clara de gol, pero su volea en el segundo palo salió por encima del travesaño. Igualmente clara fue la opción de Germán rebasada la media hora de juego. El ariete del conjunto emeritense hizo difícil lo aparentemente fácil, enviando su disparo en boca de gol fuera.

Pero fue en las postrimerías del primer acto cuando el B cobró ventaja. Y de qué forma. Zapatazo de Alberto Quiles desde la frontal para hacer inútil la estirada de Felipe Ramos. Auténtico golazo en el 44’ de partido. El tanto, a tenor de los resultados en otros campos, sacaba a los blanquiverdes de los puestos de descenso. La última acción significativa ante del descanso la protagonizó Santi Villa. El lanzamiento de falta del jugador visitante fue despejado a córner por Marcos Lavín. Excepcional mano del meta madrileña para dar por finalizados los primeros 45 minutos.

En la segunda mitad, más de lo mismo. Fútbol control de un B que apenas pasó por apuros. El tiempo, principal enemigo del Mérida, pasaba y los de Nafti necesitaban dos goles para evitar el descenso de forma directa. ¿El final? Ya lo conoce.

Córdoba B 1-2 Mérida AD

Córdoba B: Lavín, Eric (Graví, 85’), Copete, Esteve, Soler, Jordi Ortega, Sebas Moyano, Jankovic (Rubén, 84’), Andrés (Waldo, 68’), Quiles y David Moreno.

Mérida AD: Felipe Ramos, Iván Pérez, Kike Pina, Paco Aguza, Javi Chino, Julio de Dios (Javi Gómez, 68’), Nana, Kiu, Germán, Chama Mato (Iván Aguilar, 46’) y Santi Villa (Esparza, 79’).

Árbitro: Fernández Vidal (C. Valenciano). Amonestó a los locales Sebas Moyano, Quiles, Lavín y Soler, así como a los visitantes Santi Villa, Julio de Dios, Javi Gómez e Iván Pérez.

Goles: 1-0 Quiles (44’)  1-1 Aguza (92’)  1-2 Kike Pina (102’)

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 38ª jornada en el grupo IV de 2ªB disputado en el Estadio Ciudad de Lucena ante 1.000 espectadores, más de la mitad de ellos llegados desde tierras emeritenses.